Curtidores juchitecos, los hombres sin olfato
JUCHITÁN, Oaxaca.- El olor es penetrante. Se mete por la nariz y se impregna en la piel. No hay perfume que aminore el golpe. El visitante intenta no respirar y no vomitar por el putrefacto olor, ese olor característico de las pilas o las curtidurías de piel. Todos lo perciben menos Víctor y José Cruz.
Estos dos hombres, cada uno con 70 años, ya perdieron el sentido agudo del olfato, ellos aseguran que se acostumbraron, es lo que huelen día y noche, las 24 horas, los 365 días del año. No conocen otro olor desde hace más de 60 años.