Noé, el centurión que se redimió
TEHUANTEPEC, Oaxaca.- Noé resguarda una pequeña celda, su rostro está cubierto con un paño negro y una pesada careta. En una mano sostiene un báculo con el que golpea el piso cada vez que cambia de posición, con la otra, aprieta el cabo de una espada. El joven personifica a un Centurión, un soldado romano que custodia a Jesús antes de ser llevado a la cruz, cumple el pago de una promesa.