TEHUANTEPEC, OAX.- Una pesada careta cubre el rostro a Eduardo. Sostiene un báculo y una espada. Representar al ‘centurión’ es para los católicos el pago de una manda.
Eduardo Moreno Rodríguez tiene 22 años; desde hace 14 años espera su turno para el papel de ‘centurión’.
Sus padres lo llevaron a la iglesia por una enfermedad en su niñez. Lo presentaron al santo y lo invocaron con la promesa de que si algún día sanaba pagaría la familia la manda.
Después de esperar 14 años, finalmente Eduardo guarda celosamente la celda donde Jesús de Nazaret espera para ser llevado a la cruz.
Enfrente de la celda, una mujer vestida de negro vela una cruz adornada con flores. En segundo plano, dolientes esperan su turno.
Ana María Rodríguez, madre de Eduardo, afirma que su hijo enfermó de niño, no había manera de curarlo. Se dirige a la iglesia de su barrio y lo dedica al Señor haciéndole la promesa de regresar para consagrarle su vida si lo sanaba.
Ahora, su hijo terminó la carrera en ciencias políticas y eso la llena de orgullo porque sabe que fue por la gracia de Dios.
Gabriel Ávila Ramírez, miembro de la Hermandad del Padre Jesús, comentó que al ‘centurión’ le pagaron para que cuidara a Jesús antes de ser crucificado, pero al final se arrepiente y se convierte.
Daniel Peña, también integrante de la Hermandad, dice que sus abuelos le contaron que al ‘centurión’ le ponían garbanzos en el calzado, además tenía que ser más chico el número del zapato para que fuera mayor el sufrimiento.
Se cree que fue hace 150 años cuando empezó a celebrarse ‘la guardia del centurión’ en Tehuantepec.
