Agencia Reforma
La familia de Miguel Ángel Félix Gallardo sumará dos meses sin poder conseguir que una nueva empresa provea al capo de un brazalete para monitorear su libertad condicional.
Fuentes cercanas al caso confirmaron que los parientes del capo han tenido complicaciones para firmar un nuevo contrato luego de que la empresa Joisan S.A. de C.V. diera por terminado el acuerdo que tenían.
Mientras la familia intenta conseguir un nuevo dispositivo, Félix Gallardo continúa internado en el Reclusorio de Sentenciados del complejo penitenciario de Puente Grande.
Reforma publicó que Joisan terminó el contrato que tenía con la familia por "causas de fuerza mayor", pues aseguró que estaba imposibilitada para cumplir con los requerimientos de la autoridad federal.
Los parientes, por su parte, han acusado presiones del Gobierno Federal y violaciones a los derechos humanos del capo, quien tiene 76 años y padece múltiples enfermedades en reclusión.
Félix Gallardo obtuvo el beneficio de internamiento domiciliario debido a estos padecimientos. Un juez federal ordenó que terminara su condena en un domicilio en Zapopan, con monitoreo de autoridades a través de un brazalete electrónico.
El 12 de septiembre la familia había firmado el contrato con Joisan, pero tras tres intentos de audiencia para cumplir esa orden judicial, el contrato terminó el 17 de octubre y el capo ha tenido que esperar a que se firme uno nuevo.
Quien es apodado como "El Jefe de Jefes" enfrenta dos condenas: una de ellas de 40 años de prisión por exportar cocaína, acopio de armas y cohecho; la otra de 37 años por el asesinato de Enrique "Kiki" Camarena, agente de la DEA, y del piloto mexicano Alfredo Zavala, hechos registrados en 1985.
