JUCHITÁN, Oaxaca.- La noticia del linchamiento de un vendedor de medicamentos del estado de Chiapas en Santa Rita, San Francisco del Mar, agarró de sorpresa al clérigo Alejandro Solalinde Guerra que condenó el hecho y responsabilizó de ese tipo de ajusticiamiento al Estado, en todos sus niveles, por abandonar al pueblo, de no cuidarlo, no protegerlo y no acompañarlo en todos sus procesos de justicia.
Para el defensor de los derechos humanos de los migrantes, este tipo de acciones, aunque no los justifica, es un reflejo del hartazgo del ciudadano y los pueblos de sus autoridades, de los órganos de justicia y los cuerpos policiacos, además de vivir en una constante paranoia fomentada, en mucho, por las redes sociales.
“Es una advertencia por las malas autoridades, sobre todo de los que ejecutan la justicia. Estos brotes son un aviso de lo que puede pasar con un pueblo harto. No justifico esta violencia y lo condeno, pero también entiendo que la gente esté harta y que paranoica, que por todos lados ve secuestros, ven amenazas, pero es porque ha estado viviendo muchos años así”, argumentó el cura.
Solalinde Guerra recordó que en el Istmo de Tehuantepec no es la primera vez que se ve este tipo de justicia por propia mano y le preocupa que esto se vuelva a repetir en el futuro porque en mucho se debe también a la descomposición social, donde desaparecieron los valores religiosos y no se tiene respeto a la vida.
“Yo no juzgo a la jovencita que denunció, pero no quisiera estar en su lugar en estos momentos, porque no se le dio el derecho a este joven de defenderse, de que los órganos de justicia lo investigaran, se arrebató una vida con violencia. Aquí hay una terrible pérdida de valores.”
También mostró su preocupación de que en el Istmo esta acción se llegue a reproducir con los migrantes que atraviesen la zona y sean malinterpretadas algunas acciones buenas y que parezcan malas ante los ciudadanos.
Anarquía vs. organización
Por su parte, la organización "Junta Vecinal Guendalisaa" de Juchitán, que durante su estrategia de vigilancia vecinal lograron detener a varios asaltantes y entregarlos a las autoridades para su encarcelamiento y juicio, condenó los hechos en la zona huave.
Resaltó que existe una gran diferencia entre una turba anárquica y una sociedad organizada y vigilante. La primera suele comete errores fatales; la segunda ayuda a prevenir y sancionar los delitos de manera efectiva, siguiendo protocolos de seguridad previamente establecidos.
