TEHUANTEPEC, Oaxaca.- Con rezos, cantos, flores y veladores, familias enteras y visitantes provenientes de otras zonas de la vieja metrópoli zapoteca, se reunieron en el patio de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán para homenajear a la Morenita del Tepeyac en su día.
La ceremonia religiosa, que reunió mayor multitud de feligreses católicos, fue celebrada el mediodía de este martes, por el párroco José Inés Mendoza, quien en su mensaje invitó a los asistentes a preservar esta añeja costumbre que data de hace casi cinco siglos.
Señaló que la Virgen de Guadalupe, en su misericordia, ayuda a su pueblo a seguir luchando para salir adelante, lo cual llena de esperanza a una región golpeada por los temblores.
Mientras cientos de personas ponían atención al mensaje, otros se tomaban la fotografía del recuerdo en uno de los espacios que la Diócesis de Tehuantepec concedió a fotógrafos locales para la venta de sus imágenes.
Los padres de familia llevaron a sus hijos, sobre todo menores de edad, vestidos con el traje de Juan Diego, personaje que tuvo la revelación de la advocacióm mariana, considerada Patrona de México y Emperatriz de América.
En los pasillos de la iglesia, los puestos de veladoras, flores y algún otro vendedor ajeno ofertaban sus productos; todos querían vender, aunque sea lo mínimo para recuperarse de la tragedia de septiembre.
En el parque Benito Juárez, frente a la escuela Juana C. Romero sobre la calle prolongación Hidalgo, fueron instalados los antojitos de temporada, curados de ciruela, nanches, dulces y un sinfín de productos para el deleite de los visitantes.
Apenas terminó la ceremonia religiosa, un grupo de mariachis entonó las tradicionales mañanitas, en tanto los feligreses aprovecharon el momento para acercarse a donde estaba la festejada para invocarla o llevarle unas flores o veladoras.
Unos formados y otros esperando el momento de poder pasar para persignarse y obtener la bendición.
Irene Cruz, ama de casa, asegura que le guarda devoción a la Virgen de Guadalupe desde que era pequeña. Ella recuerda cómo sus padres la llevaban a la iglesia todos los domingos. Le enseñaron a adorar la imagen, una tradición que va pasando de una generación a otra.
La fiesta de la Virgen de Guadalupe es un hecho que trasciende como celebración religiosa, donde católicos de todo el país recuerdan con la imagen mestiza el amor de Dios, de acuerdo con la iglesia católica.
