TEHUANTEPEC, Oaxaca.- El tiempo litúrgico de conversión, previo a la fiesta de la Pascual, concluyó con el sexto viernes de Cuaresma en el barrio Laborío, de los más tradicionales de Tehuantepec.
Durante la mañana del viernes los asistentes a esta celebración católica degustaron de unos tamales y atole, los cuales se prepararon un día antes.
En la noche la celebración del sexto viernes de Cuaresma, las personas adultas escuchan misa, disfrutan de una serenata, y a la media noche, los Shuanas incensan el altar. Los niños y jóvenes empiezan a jugar quebrando huevos.
Las personas que asisten a esta celebración toman café con leche, tamales de iguana, así como unos postres regionales. Estas actividades se realizan previo a la Semana Mayor.
El viernes por la noche, los dolientes van al panteón a dejar flores a sus seres querido, entonan serenatas, conviven con ellos como si estuvieran vivos.
Los católicos velan a sus muertos a la una de la madrugada, sin embargo, hay quienes se quedan toda la noche.
El historiador Mario Mecott dijo que la Semana Mayor comienza con el Domingo de Ramos en la que familiares realizan una romería que cobra mayor auge en el panteón de Guichivere.
Por lo regular el Domingo de Ramos, la comunidad católica visita los panteones, donde los ciudadanos también conviven con sus muertos, otros celebran una liturgia en honor a sus difuntos.
Tehuantepec vive la Semana Santa con mayor fervor en comparación al resto del país, lo celebran con cierta devoción la cual inicia con el Domingo de Ramos, continua con el Lunes Santo en todas las iglesias, dice Rómulo Jiménez, cronista de la ciudad.
Estas tradiciones se celebran desde el periodo conocido como Evangelización, durante la conquista española.
En el Jueves Santo, se llevará a cabo la escena del Centurión en los barrios de Laborío, San Sebastián, entre los más representativos. El jueves y viernes santo se realizará una escenificación de la última cena, y el Viacrucis viviente en la catedral de Santo Domingo.
