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Pide Obispo hacer el bien y ser incorruptibles

Foto(s): Cortesía
Ángel Mendoza

TEHUANTEPEC, Oaxaca.- El obispo de la Diócesis de Tehuantepec, Óscar Campos Contreras, pidió este domingo a los católicos congregados en la capilla de San Pedro de esta ciudad, ser personas incorruptibles y hacedoras del bien.
Desde el púlpito, el obispo exhortó a los feligreses católicos a vivir a plenitud la Cuaresma, superando la tentación por el pecado y la indiferencia hacia el dolor ajeno.


Los convocó a no perder el tiempo con intrigas, pues la Iglesia requiere cristianos comprometidos con la sociedad.


En su mensaje, el jerarca católico habló de Jesucristo como testimonio de la resurrección y la vida, un tema fundamental para el cristiano.
Entender a Cristo es creer en el valor y la dignidad de la persona humana como destino último.
Campos Contreras dijo que la vida actual pareciera no tener valor, ya que se satisface con lo que se consume, se compra o vende.
Es lo contrario al valor y destino último de cada persona querida por Dios. Por eso, Jesús mismo dice: “Yo soy la resurrección y la vida”.


Los cristianos no están destinados al sepulcro o a ser materia putrefacta, sino más bien, están predestinados a un desarrollo integral y armónico. “Estamos llamados a una vida en plenitud, más allá de esta condición humana”. aseguró.
Para alcanzar este objetivo, debemos trabajar para que la condición humana de la persona responda a la dignidad de una criatura de Dios.


La vida debe cuidarse en todos los aspectos y ambientes, desde que es concebida hasta el último momento del deterioro natural.


La vida es reconocida como un don y refleja el destino que tiene el ser humano para el creyente, el cristiano, el que cree que Jesucristo es resurrección y vida.
Si nos llamamos cristianos, seguramente no es porque tenemos una medalla religiosa o nos ponemos agua bendita, sino porque queremos vivir en lo que el Señor nos ha enseñado, expresó el obispo.
Óscar Campos invitó a los feligreses a trabajar superando todo signo de corrupción, para que antes de que el cuerpo se deteriore no se manifieste la mentira, el oído o el engaño, porque llevan a la corrupción, mejor trabajemos por la vida.