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Pide obispo de Tehuantepec trabajar para que el bien venza al mal

Foto(s): Cortesía
Ángel Mendoza

TEHUANTEPEC, Oaxaca.- Durante la homilía del Domingo de Resurrección, el obispo de la Diócesis de Tehuantepec, Óscar Armando Campos Contreras, exhortó a los fieles a ser participes de la renovación de la Iglesia, ante los crecientes hechos de violencia registrados en todo el país y en la región del Istmo.


"Ojalá que quienes creemos en Jesucristo demos un testimonio de su resurrección trabajando por el bien, la verdad, la paz, la justicia y por la vida”, pidió.


En el día más importante para el catolicismo, el obispo dijo que el creyente en Cristo sabe que la vida tiene una dimensión física pasajera, y creer en la resurrección significa que nuestra existencia va más allá de la Muerte.


“Si podemos vencer a la Muerte, también podemos derrotar al mal, al dolor, al sufrimiento y trabajar constantemente para que nuestra condición humana sea de mejor calidad”, para que se exprese en amor, respeto y dignidad.


El mundo de hoy sufre depresión, angustia y tristeza, dijo el líder espiritual de los católicos istmeños.


Buscar a Dios, verdadero gozo


A las personas les cuesta trabajo ser felices porque se han puesto como condición poseer bienes materiales que tienen un fin y una fecha de caducidad, afirmó Óscar Campos.


No obstante, “cuando buscamos los bienes superiores, como son el amor, la paz, la justicia y la verdad, los cuales provienen de Dios y que son puestos en el corazón de quien lo busca, nos hacen descubrir un gozo que no puede comprarse con dinero”, expresó.


Agregó el jerarca de la Iglesia católica que el mundo de hoy piensa que todo se compra con dinero, lo cual no es cierto, porque no existen ampolletas de felicidad o jarabes de gozo. La vida familiar requiere de diálogo, cariño y gozo para poder renovarse.


Hay crisis en las familias


En la capilla de San Pedro que lució abarrotada de fieles, el obispo dijo que es triste ver a parejas que a los pocos meses o años de casados han fracasado en su matrimonio, por el hecho de que no han sabido vivir el gozo del encuentro interior.


Por lo tanto, el creyente en Cristo está llamado para anunciar un gozo profundo, más allá de lo inmediato, que nos empeñamos en resolver con dinero, droga o placeres.


El mundo de hoy sufre por la guerra y la violencia, se siente dañado y desintegrado porque la gente no ha experimentado la felicidad.


“Mas allá del odio, somos llamados a la convivencia, armonía y a la paz", refirió el obispo en esta ceremonia litúrgica con que concluyó la Semana Santa.