TEHUANTEPEC, Oaxaca.- Es común ver reunida a la familia en los viernes de Cuaresma en los atrios de los recintos religiosos donde comparten alimentos y cumplen la tradición.
Son las Shelashuanas las encargadas de darle este toque especial a la celebración. Durante el Jueves Santo se desgrana la mazorca para dejar listo el maíz para la preparación de los tamales el siguiente día, el viernes de Cuaresma.
Alegre tradición
El atrio de la iglesia luce lleno; hasta el fondo se encuentra la mesa de las mujeres principales, como van llegando las invitadas pasan a dejar su limosna, el mínimo es de 20 pesos, a cambio reciben una copita de licor de anís para estar en ambiente. En los costados hay varias mujeres vestidas de rabona y huipil; son quienes alegran el ambiente con sus pícaras ocurrencias.
Otro anexo de la iglesia sirve como cocina, y mientras unos continúan con la preparación de los alimentos, otras cuidan lo ya preparado.
Según el Shuana Armando Gallegos, esta celebración es dominada por las mujeres, los hombres se adhieren a la celebración todas las tardes, para acompañar a sus esposas en la velada del Cristo del segundo viernes de Cuaresma.
Para lo cual se dispuso de la preparación de mil 300 tamales de iguana, un poco de arroz y frijoles como otros condimentos que acompañan a los alimentos.
Fervor religioso
Adentro de la iglesia, Miguel Ángel Cortés, unos de los Shuanas pasados del barrio Jalisco y San Sebastián, cuidan celosamente la imagen del Cristo del segundo viernes, el cual fue bajado de su nicho para esta ocasión.
Miguel Cortés recalca que a las 20:00 horas y hasta las 00:00 horas se realiza la serenata al santo. Al término de ésta llegan todos los Shuanas de los diferentes barrios a la iglesia para colocar el incienso, con lo que da por concluido el segundo viernes de Cuaresma.
