TEHUANTEPEC, Oaxaca.- El incremento del nivel del río Tehuantepec, tras el desfogue de la presa Benito Juárez de Jalapa del Marqués, y el estado de abandono en que se encuentra el afluente al ser utilizado como tiradero de basura y depósito de aguas negras, incrementan los riesgos de inundación en zonas bajas.
La deforestación, los asentamientos humanos irregulares y la contaminación de residuos sólidos sobre las riberas del río, son algunos factores que mantienen en continua alerta a autoridades de Protección Civil.
Un tiraderoA pesar de que autoridades municipales aseguran cumplir en tiempo y forma con la recolección de basura, el afluente se encuentra repleto de desechos. El caudaloso río prácticamente se ha convertido en un tiradero clandestino de residuos.
Los habitantes cercanos a las riberas señalan que, ante la falta del servicio de recolección de basura, los ciudadanos inconscientes se ven en la necesidad de arrojar desechos sobre las márgenes del río en espera de que éstos sean arrastrados por la corriente hacia el mar.
La señora Celestina Martínez dijo que desde hace años los ciudadanos arrojan la basura a las márgenes del afluente y solo esperan las lluvias para que sean arrastrados por la corriente, para que el lugar se encuentre limpio. Sin embargo, esto genera un problema porque tapan las tuberías y los canales pluviales.
Indicó que la gente tira botes de plástico, vidrios, desechables, ropa, cartones y animales muertos, pues las unidades recolectores no entran a todos los rincones de la población.
DeforestaciónEl ambientalista Jesús Hernández afirmó que la deforestación en las márgenes del río origina inundaciones, las personas que habitan en zonas inundables son conscientes de la ausencia de árboles que existe en el sitio, pero no le dan la importancia que se merece.
La mayor causa de la deforestación es el ser humano que extrae la madera para venderla o construir, convirtiendo los bosques en tierras de cultivo, o para edificar viviendas.
Al desaparecer especies de árboles y plantas, también se elimina la regulación y filtración de agua, la conservación del suelo. Las zonas ribereñas son las más sensibles a los efectos de la deforestación que desvían el flujo natural del agua, provocando inundaciones.
En alertaEl subcomisario de Protección Civil, en su informe diario, dijo que monitorean todos los puntos rojos para alertar a la población ante una emergencia.
Invitó a los ciudadanos, sobre todo, los que viven en las riberas del río a mantenerse informados de los reportes que emitan los organismos oficiales para evitar posibles.
