Pasar al contenido principal
x

Infantes, las otras víctimas del feminicidio en el Istmo, Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

JUCHITÁN, Oaxaca.- Jennifer murió luego de que su pareja le rociara gasolina y le prendiera fuego; ese mismo día, Edgardo RA -el presunto agresor- se llevó al hijo de los dos, mientras ella era ingresada en un hospital de Matías Romero Avendaño; días después, la policía logró recuperar al menor de tres años y lo entregó a los abuelos maternos.


El niño quedó huérfano, sus abuelos tuvieron que huir con él a otro estado de la República, ante la amenaza de su familia paterna.


Como el hijo de Jennifer, un sinnúmero de infantes pasarán este 30 abril sin el cariño de sus madres, víctimas del odio que acaba en el feminicidio.


Más de veinte huérfanos


Claudia Valeria Hernández Esteva, gestora del Grupo de Mujeres 8 de Marzo, y exdirectora de Gestión Social del actual Ayuntamiento, informó que durante el 2017 y en lo que va del 2018 -junto con Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol)- se creó un padrón de niños cuyas madres han fallecido y dentro de esta lista se encuentran menores cuyas madres fueron víctimas de feminicidio y catalogadas como tal.


“Dentro del padrón de jefas de familias fallecidas de 2017 y 2018, hay 56 mujeres en la región del Istmo, de los cuales hay seis mujeres asesinadas por feminicidio, dejando en la orfandad aproximadamente a 15 niños y a ocho niñas en edad escolar”.


Con el apoyo del Centro de Apoyo y Atención a la Mujer Istmeña (CAAMI), los niños son canalizados a los familiares más idóneos para tenerlos en su hogar: “El estatus de estos niños es que viven con sus abuelos maternos, paternos, tíos o tías; en algunos casos se han ido a vivir a otro estado de la República precisamente por la violencia generada; ha sido el causal para que emigren a otros estados por el temor a las represalias”.


Beneficiarios de becas


La dirección de Gestión Social, junto con las organizaciones de mujeres, han logrado que varios de estos niños huérfanos puedan ser beneficiarios de una beca que otorga la Sedesol para que puedan seguir sus estudios y concluirlos.


Cuando un niño queda huérfano se realiza una visita para recabar datos y cumplir con ciertos requisitos que determina la dependencia federal para ser inscritos.


“A través de Mujeres 8 de Marzo no sólo recabamos los datos, sino que le damos un seguimiento en el aspecto psicológico para que de manera integral se puedan reincorporar a la sociedad, porque es un cambio terrible el que sufren cuando pierden a su mamá, sobre todo prepararlos para lo que vendrá después, dependiendo de la edad del menor en cuanto a su situación psicológica”, explicó la activista.