TEHUANTEPEC, Oaxaca.- La Micro y Pequeña Empresa resulta la más afectada con las medidas sanitarias para controlar la propagación del coronavirus en la entidad. El 70 por ciento de la actividad comercial la constituyen las pequeñas empresas.
Entre las Pymes con riesgo de quiebra se encuentras misceláneas, zapaterías, joyerías, tiendas de novedades, de regalos, de ropa, estéticas, tiendas de autoservicio y otros.
Estas pequeñas empresas cerraron por decreto del gobierno federal al declararse la contingencia sanitaria por la pandemia de coronavirus, pero la mayoría está buscando como volverá a abrir sus negocios, como única opción para subsistir y que las fuentes de empleo no se pierdan.
Existen empresas que cerraron porque las arrendatarias no les quisieron esperar más tiempo con la renta de los espacios; además, el pago de otros servicios como agua, luz, teléfono y pago de trabajadores tampoco hicieron descuentos ni dieron prórrogas.
Los pequeños empresarios buscan la manera de resarcir un poco los daños ofertando sus productos desde sus casas, en línea, entrega a domicilio, y otras maneras para sobrevivir a esta pandemia que, de acuerdo con especialistas, podría prolongarse más tiempo de lo estimado.
Se habla para los próximos tres meses de una desaceleración del mercado de un 90 por ciento. Esto llevará a las Pymes a un colapso irreversible, advierte Canacintra en su informe.
La falta de apoyo del gobierno federal generaría una mayor deuda para las medianas empresas, pues la mayoría se endeudaría con créditos y muchos tendrían el capital económico para cubrir los montos, por lo que empezarían a quebrar.
El dirigente de Canacintra en el Istmo, Abimael Olivera Pérez asegura que las empresas no lograrán sobrevivir a la falta de circulante, y otras, porque se encuentran cerradas.
La eventual quiebra de las Pymes por la crisis económica a causa del COVID-19 traerá una ruptura en la cadena de producción, detalló.
En el 2018, cientos de Pymes se vieron en la necesidad de cerrar sus puertas, el terremoto del 2017 dejó pérdidas totales en muchos negocios.
Pocas empresas lograron sobrevivir accediendo a los créditos blandos mediante el gobierno del estado.
Los empresarios volvieron a empezar desde cero, la reconstrucción de sus inmuebles dañados generó un desgaste económico pues la ayuda fue insuficiente.
