TEHUANTEPEC, Oaxaca.- El ex convento dominico Rey Cosijopi, el cual data del siglo XVI, ha renacido. A cinco años del sismo de 2017 que le causó severas lesiones el complejo se yergue orgulloso. Es un baluarte de la historia de Santo Domingo Tehuantepec.
El conjunto arquitectónico fue construido por la orden dominica y está integrado por el templo de Santo Domingo, la capilla abierta (hoy catedral de San Pedro), el patio atrial y el claustro o ex-convento.
El inmueble fue rescatado de sus ruinas para convertirlo en casa de la Cultura de Tehuantepec. Los espacios están divididos en dos niveles, explicó el historiador Mario Mecott.
El terremoto del 7 de septiembre del 2017 y sus posteriores réplicas provocaron serios daños, siendo el edificio más dañado de todo el conjunto arquitectónico de Santo Domingo Tehuantepec, recordó Víctor Castán, a quien le tocó vivir el hecho, como director de la Casa de la Cultura.
La terminación de los trabajos de reconstrucción fueron proyectados para concluirse entre tres y cuatro años, posteriores a la intervención; sin embargo, se presentaron retrasos dadas las condiciones adversas por la que atravesó el país, sobre todo, al registrarse la pandemia que frenó por dos años todo intento.
Los trabajos están a cargo del taller de Restauración de la Fundación Alfredo Harp Helú de Oaxaca (FAHHO) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) desde noviembre del 2017. Actualmente presentan un avance del 40 por ciento de reconstrucción de la estructura dañada.
Durante los trabajos resurgieron algunos frescos coloridos con la imagen central de un obispo. Estas figuras fueron las primeras pinturas creadas, en tiempos del último rey zapoteca, allá por el año de 1544.
Mientras que, durante la remoción de escombros se encontraron en el patio central restos de lo que pudo ser un asentamiento prehispánico.
Tehuantepec fue uno de los municipios del Istmo más afectados por los sismos de septiembre del 2017.
