Entre la basura que llegan a tirar destacan las bolsas de plástico, llantas, botellas de vidrio, escombros, aparatos eléctricos, y hasta animales muertos.
Pese a los esfuerzos para legislar en materia de protección a la tortuga marina, siguen comercializando el consumo tanto huevos, como carne y caparazón.
Sin una regulación plena acerca de este tipo de actividades de azar, más que la que otorga el municipio, más de una docena de negocio albergan estos aparatos