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Deshojar y desgranar en Guichivere; tradición de Cuaresma en el Istmo

Foto(s): Cortesía
Ángel Mendoza

TEHUANTEPEC, Oaxaca.- El miércoles de ceniza en Tehuantepec se traduce en la deshojada y desgranada de la mazorca en algunos barrios, así inician aquí el tiempo de Cuaresma.


Es Guichivere uno de los barrios más representativos y tradicionales, ferviente seguidor de las costumbres y tradiciones de esta tierra. Las mujeres dejan todo listo para preparar los tamales que habrán de repartir el Jueves Santo entre los invitados.


Deshojar y desgranar




La deshojada de la mazorca, todo un ritual. FOTO: Ángel Mendoza

El ritual comienza a las 15:00 horas, cuando se integra la mesa de las Shelashuanas que son las que han de dirigir la ceremonia. El centro de la mesa lo ocupa el anfitrión y a los lados los representantes de cada barrio. Sobre la mesa se encuentran algunos objetos como dos pistolas de juguete, una muñeca, estacas para deshojar las mazorcas, agua, anisado frío y una copita de cristal.


En el centro del patio, varias mujeres rodean la medida de mazorca que se habrá de desgranar; alrededor de ellas, otras hacen lo propio desde su lugar.


Unas deshojan y otras desgranan. Esconden entre las espigas un juguete con alegoría de un miembro viril, la primera que lo encuentra lo anuncia con alegría, las demás la secundan con carcajadas y comentan picardías, narra Rómulo Jiménez, cronista de la ciudad.


En esta celebración no hay espacio para los hombres. Son las mujeres las que ponen el toque especial para hacer de la desgranada de mazorca algo divertido, pues se la pasan largas horas con esta actividad, hasta caer la noche.




Mesa de las Shelashuanas, a donde llegan invitados a dar su aportación. FOTO: Ángel Mendoza

Los varones pueden intervenir sólo cuando las mujeres lo solicitan, mientras tanto se abstienen, y si alguien participa sin autorización es reprimido, sostiene el cronista municipal.


Según el historiador Mario Mecott Francisco, llevan una muñeca para que cuiden, se la pasan de una otra sin descuidarla. Mientras desgranan la mazorca otras empiezan a trozar las hojas de plátano, unas más a pelar las cebollas, los ajos y el resto de los productos.


Viven en comunión, quien asiste lleva un litro de manteca, frijol, chilacayota, panela y otros.  Los guardan para el día jueves para empezar a preparar los dulces. Empiezan a matar las iguanas con las que prepararán los tamales.


Las Shelashuanas y sus invitados antes de empezar a desgranar la mazorca, pasan primero a la iglesia para encomendarse al santo del barrio; posteriormente, pasan a la mesa principal a dar su “cariño”, una cooperación económica para ayudar en los gastos de la celebración. 


Freída del pescado




El maíz con el que se habrán de preparar los tamales. FOTO: Ángel Mendoza

El jueves por la mañana es la freída del pescado y la preparación de los tamales. A eso de las 16:00 horas preparan en la casa del Shuana alrededor de 100 collares, este trabajo lo realizan sólo los varones. Cuando terminan degustan un chocolate con pan y tamales, posteriormente se van hasta el altar para dar gracias.


Salen de la iglesia acompañados de la banda de música, dan una vuelta hasta San Jerónimo, barrio hermano, retornan a la iglesia de Guichivere de donde salieron, entran y le ponen los collares al santo patrón, al “Cristo negro crucificado”.


Entre 10 y 11 de la noche cenan tamales. A las 12 de la noche empieza la serenata. Esto se repite durante las siguientes seis semanas, hasta llegar a la semana mayor.