TEHUANTEPEC, Oaxaca.- El Padre Obispo Arturo Lona Reyes fue despedido entre oraciones, aplausos y lágrimas. La eucaristía exequial fue presidida por Monseñor Crispín Ojeda Márquez, Obispo de la Diócesis de Tehuantepec, en la Catedral, ante familiares, sacerdotes y religiosos de las diferentes congregaciones católicas.
A las 10:30 de la mañana de este lunes, cientos de creyentes católicos se concentraron en el atrio de la catedral, para ser partícipes del homenaje a don Arturo Lona Reyes, fallecido el pasado 31 de octubre. Los visitantes esperaron la llegada de las cenizas del Obispo de los Pobres, cuya urna arribó minutos después de que fuera retirada de la Catedral por religiosos. Se permitió que las cenizas fueran trasladadas a la entrada del templo, donde las comunidades indígenas y religiosos rindieron homenaje.
Durante la ceremonia fue leída a los presentes una carta de condolencia enviada por el Papa Francisco, desde la sede de El Vaticano en Roma al Obispo Crispín Ojeda Márquez, en la que el jerarca católico expresó su profundo sentimiento de pesar.
Refiere la carta que Lona Reyes fue un fiel servidor a Dios y a su iglesia; el santo padre pide además, por el eterno descanso de su alma y al mismo tiempo como signo de fe y esperanza a quienes lloran por tan sensible pérdida.
Amenizada por la banda de música del municipio de Jaltepec del Cadoyac, una comunidad Mixe que tanto quiso Lona Reyes durante su ministerio, se llevó a cabo un acto artístico y cultural, organizado por la congregación de maristas.
Como parte del acto se conformó una mesa de ponentes en la que cada uno participó con sus vivencias durante el ministerio pastoral de Lona Reyes y su visita en las diferentes comunidades donde llevó el mensaje del evangelio.
Entre los panelistas se contó con la presencia de sacerdotes, religiosas, representación del Centro de Derechos Humanos Tepeyac (CDHT), el agente municipal de Jaltepec del Cadoyac y el Obispo Crispín Ojeda, entre otros.
Justo a las 12:00 del día, las cenizas del Obispo Emérito ingresaron a la Catedral, donde minutos después, al término de la eucaristía exequial, fueron depositados en una bóveda.
Este es el último adiós, aunque es un día triste y doloroso para quienes lo conocimos, tenemos la esperanza de que algún día, podemos estar con él, señaló el Obispo Crispín Ojeda, antes de que fueron depositadas las cenizas a la bóveda, donde descansará por siempre.
De acuerdo a los protocolos correspondientes, la bóveda donde ingresaron las cenizas del Obispo fue bendecida.
Los restos de Arturo Lona Reyes fueron entregados por sus familiares, luego de que el 3 de noviembre viajaran a Aguascalientes, de donde él era originario.
Los feligreses y religiosos que fueron testigos de la ceremonia entraron siguiendo los protocolos de salud para evitar nuevos contagios de COVID-19.
El Padre Obispo Arturo Lona Reyes ha vuelto a la casa del Padre celestial bajo la intercesión de María, su madre. Es originario del estado de Aguascalientes y nació el 1 de noviembre de 1925 en la época de los cristeros.
Fue nombrado por el Papa Paulo VI el 4 de mayo de 1971 y consagrado el 15 de agosto de 1971 en la Catedral de la Asunción de María de Santo Domingo por el obispo emérito de la Diócesis de Huejutla, Manuel Jerónimo Yerena y Camarena.
Ordenado sacerdote el 15 de agosto de 1952, Presidente de la Comisión Episcopal de Indígenas en 1972, fundador del Centro de Derechos Humanos Tepeyac de Tehuantepec.
