JUCHITÁN, Oaxaca.- La promotora de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos (ddeser) en la zona Ikoots, Rosalinda Ponce Ojeda, recibió el Premio Nacional a la Promoción de los Derechos de las Mujeres Indígenas "Martha Sánchez Néstor", otorgado por el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) México.
Este 2022 es la primera edición de este premio que busca reconocer y fortalecer el trabajo impulsado por mujeres originarias de pueblos y comunidades indígenas, a favor de la promoción de sus derechos y de los procesos organizativos comunitarios, desde una perspectiva de género y con pertinencia cultural.
La joven ikoots fue una de las veinte ganadoras del premio que consta de un apoyo de 50 mil pesos de una bolsa total de un millón de pesos, cuya convocatoria responde a la petición de la Alianza de Mujeres Indígenas y la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas para honrar la memoria de la líder amuzga guerrerense Martha Sánchez Néstor después su muerte por Covid-19 en 2021.
Martha Sánchez Néstor, lideresa amuzga, nacida en Xochistlahuaca, municipio de la costa chica de Guerrero, incansable luchadora por los derechos de las mujeres indígenas. Fundó y encabezó distintas organizaciones de la sociedad civil, entre ellas la Asamblea Nacional Indígena Plural por la Autonomía (ANIPA).
La labor de ddeser-Ikoots lleva alrededor de 28 años en la zona huave y principalmente en San Mateo del Mar, trabajando por los derechos humanos de las mujeres para hacer conciencia sobre la violencia familiar que considera “es el ejercicio de poder que más afecta a las mujeres, niñas y niños es una violación a sus derechos humanos”.
A través de pláticas, talleres, pintas de bardas e intervención en las asambleas ha tratado de inculcar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres ikoots y con su libertad de decidir sobre su sexualidad.
También ha hecho hincapié en que el cuidado del hogar es responsabilidad compartida entre hombres y mujeres, además de impulsar la participación política de las mujeres en las asambleas, además de denunciar y pedir justicia por los feminicidios que suceden en la zona huave.
El trabajo de las promotoras ha sido muy duro en una zona de alta marginación como es San Mateo del Mar, en donde hay un alto índice de alcoholismo en los hombres, lo que lleva a graves situaciones de violencia intrafamiliar.
Además de que al regirse por usos y costumbres las mujeres estaban relegadas de las asambleas para tener voz y voto y ser electas para los cargos, una situación que cambió de forma reciente.
En el 2014 la fundadora de ddeser-Ikoots, Roselia Gutiérrez Luis, recibió de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) el reconocimiento “Hermila Galindo” por su destacada labor en la defensa y promoción de los derechos de las mujeres.
