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Viernes Santo: día de luto y reflexión por la muerte de Jesús

Foto(s): Cortesía
Itzel Guizar

El Viernes Santo rememora la crucifixión de Jesucristo. Es considerada una celebración religiosa de luto y penitencia por su muerte.

Es el día en que los católicos y cristianos “recuerdan que el Hijo de Dios muere en la cruz para salvar a la humanidad del pecado y darle vida eterna”.

El Viernes Santo es un día de luto y reflexión para los cristianos de todo el mundo, quienes asisten a servicios religiosos especiales en las iglesias y participan en procesiones y representaciones de la crucifixión de Jesús.

La crucifixión de Jesucristo

El viernes santo no se celebra la Santa Misa y las imágenes se cubren con una tela morada al igual que el crucifijo. La Iglesia católica manda a sus fieles, como penitencia, a guardar ayuno y abstinencia de carne.

También es costumbre rezar el viacrucis y meditar sobre las palabras que Jesucristo dijo en la cruz. El viacrucis o vía cruces, se refiere a las diferentes etapas o momentos vividos por Cristo desde el momento en que fue aprehendido hasta su camino al Calvario, crucifixión y muerte.

El Vía Crucis 

Literalmente, via crucis significa "camino de la cruz". Al rezarlo, recordamos con amor y agradecimiento lo mucho que Jesús sufrió por salvarnos del pecado durante su pasión y muerte. Dicho camino se representa mediante 15 imágenes de la Pasión que se llaman "estaciones".

 

 Estos son los hitos a los que representa el viernes santo:

  • Presentación de Jesús ante Poncio Pilato: Jesús fue apresado y llevado ante Poncio Pilato (prefecto de la provincia de Judea), quien lo expuso ante la multitud junto a Barrabás. Barrabás fue liberado y Pilatos se eximió de la responsabilidad en la condena de Cristo, lavándose las manos.
  • Procesión de Jesús: Jesús fue despojado de sus ropas y cargó su propia cruz, siendo azotado y humillado por la multitud.
  • Crucifixión de Jesús: al llegar a Gólgota Jesús fue crucificado y flagelado, junto a dos ladrones.
  • Muerte y sepultura de Jesús: Jesús murió a la hora novena (3 de la tarde para los romanos). Su cuerpo fue envuelto y llevado a una cueva sellada con una piedra. Resucitó al tercer día.