Tehuantepec, Oax.- No se sabe cuándo llega a Tehuantepec, lo cierto es que el pueblo lo adopta como parte de sus costumbres esta Semana Santa. La Guardia del Centurión, este episodio de la biblia cada vez atrae a más visitantes.
Las tonalidades del traje de la mujer tehuana cambian por el color negro que simboliza el luto. Con esta vestimenta oscura velan la cruz, se turnan durante el día, mientras en una celda el centurión vigila a Jesús en espera de cumplir su condena. Entra a las 6;00 de la mañana y abandona la celda a las 12:00 de la noche.
Los hombres lucen elegantes guayaberas o camisa blanca y pantalón negro, una señal de que serán los próximos centuriones. La música “sacra” no para ni un instante, se escucha casi todo el día, la cual se vuelve más intensa en las noches.
Los niños como algunas mujeres llegan vestidos en tonos morados, que para la iglesia católica representa la penitencia y vigila. Otros infantes niño o niña son vestidos de “angelitos” señal de la pureza que hay en ellos o ellas.
Esta figura romana aparece en la escenificación del viacrucis de Jesús, hacia el monte calvario donde sería crucificado como pago a nuestros pecados. Con el paso del tiempo se transforma como acto de fe, siendo el personaje principal el centurión.
Los primeros en celebrarlo fueron las iglesias de Laborio y San Sebastián. Esta forma de vivir la Semana Santa es adaptada por otros barrios.
Al dar las últimas campanadas del jueves santo, los músicos tocan “Dios nunca muere” y el centurión sale de la celda y se arrodilla frente a una cruz y ante la imagen de María, madre de Jesús. En ese momento las emociones salen a relucir, algunos lloran, otros aprovechan para reflexionar acerca de su vida, los más fuertes emocionalmente hacen sus plegarias en silencio.
Gabriel Avila, integrante de la Hermandad del Padre Jesús argumenta que hacer el papel del centurión es por el pago de una manda, aunque algunos es señal de fe y porque desde niños quisieron representar el centurión.
