JUCHITÁN, Oaxaca.- A la edad de un año, a Noel Martínez López le diagnosticaron hemofilia, enfermedad que se caracteriza por un defecto de coagulación de la sangre.
Este prolongado padecimiento le ha provocado complicaciones en las articulaciones, mismas que lo han obligado a usar una bicicleta modificada para poder trasladarse.
A sus 40 años, su impedimento físico ha sido una gran carga para él, pero a pesar de ello, siempre ha trabajado y sigue trabajando para ganarse la vida y mantener a su familia.
Noel se casó hace 20 años y con su esposa Azalea procreó dos hijos: Azael, quien actualmente estudia la carrera de ingeniería automotriz y Jocabet, que estudia la carrera de Enfermería en una escuela de Tehuantepec. Ellos, “gracias a Dios”, no heredaron la enfermedad.
“He trabajado desde mi niñez. He vendido seguros de vida, ropa, tortillas, calzado, perfumes, libros, y ahora a lado de mi esposa hacemos pan y otros postres que salgo a vender a la calle”.
Falta de sensibilidad
Pero moverse en las calles de Juchitán es complicado, pues asegura que no hay esa cultura que se necesita para poder apoyar a las personas con alguna discapacidad.
“Cuando la gente ve a un niño en silla de ruedas, no son capaces de brindarle la ayuda para cruzar la calle. Hay muchos automovilistas y personas que simplemente se detienen a mirar a ver qué pasa con esa persona que no puede cruzar la calle. A veces hasta se ríen”.
Para entrar a los establecimientos comerciales, tiendas, cafés, cybers, también tienen problemas pues no hay rampas y nadie se preocupa por ponerlas, “así están todos los negocios que están en el centro”.
Vivir von preocupación
Con mucho conocimiento sobre su enfermedad, señala que la falta de suficiente cantidad del factor de coagulación, mejor conocido como Factor VIII, a veces le resulta muy difícil conseguir los recursos suficientes para adquirirlo.
Al no tener coagulante en la sangre, sufre de hemorragias continuas, tanto en encías, nariz, oído o en las articulaciones, formando hematomas “exageradas” en el cuerpo, además de fuertes dolores.
“Es un medicamento muy caro, la ampolleta cuesta mil 500 pesos y a veces hay que aplicar dos o tres a la semana; dependiendo del sangrado o la inflamación de los huesos”.
Noel Martínez López encabeza la organización Marchando Sobre Ruedas, se trata de una asociación civil donde se atiende a niños y personas con discapacidad, a quienes les enseñan algún oficio, como repostería, carpintería, artes y otras manualidades que les pueda servir para independizarse.
Desde 1992, cada 3 de diciembre se celebra mundialmente el Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
