TEHUANTEPEC, Oaxaca.- El tradicional mirador ubicado en el barrio Portillo San Antonio, el cual sirve como punto de referencia para apreciar el esplendor de lo que fue parte de la grandeza de Villa de Guadalcázar (Tehuantepec) se ha convertido en un espacio perdido.
El cerro de Portillo San Antonio, en algún tiempo fue un espacio de constantes visitas, en cuya cima se encuentra un monolito que para los pobladores tiene un gran valor histórico.
Pese a ser un lugar con un enorme potencial turístico, casi a la misma altura que el cerro del El Tigre que es otro emblema de la historia de Tehuantepec, el mirador permanece en el olvido para las autoridades.
Andrés López es uno de los vecino del barrio y asegura que el cerro se encuentra en el aislamiento, para darle vida impulsan desde hace años un proyecto para hacer del lugar un espacio de visita obligado para las personas que llegan a Tehuantepec.
"La idea que traemos con un grupo de vecinos del barrio es rescatar el cerro y promover la cultura. Si proyectamos un mirador, creemos que a un corto tiempo podríamos atraer visitas que dejarían una derrama económica al municipio", expresó.
Sin embargo, debido a la desatención de autoridades y vecinos que viven cerca del sitio, la zona luce llena de matorrales, espinas y grafitis.
En el mirador son perceptibles olores fétidos, lo cual contrasta con lo que uno puede ver desde el lugar, ya que el mirador se encuentra a pocos metros del primer cuadro de la ciudad. Desde lo alto se puede apreciar ‘Tehua’ y sus alrededores.
