Testimonios de Ana Araujo, la esposa de Pablo Lyle, así como de un médico forense y un patólogo, se dieron en el quinto día del juicio que se lleva a cabo contra el actor por el homicidio involuntario de Ricardo Hernández, en Miami.
Araujo narró, paso a paso, lo que sucedió al interior del auto en el que viajaba la familia de Lyle, momentos antes de que éste bajara para golpear al sujeto a raíz de una discusión por una mala maniobra de tráfico.
El juicio, que comenzó a las 9:00 horas, tuvo diversos retrasos, incluido uno porque Araujo pidió el cambio de traductor, pues no entendía algunos términos que se utilizaron en el interrogatorio.
Aclaró que no está separada del actor, que tienen casi nueve años casados y que comparten dos hijos, reportó Telemundo.
"Venía pitándonos muy fuerte todo el camino, hasta que nos detuvimos y comencé a escuchar a un señor gritando, insultando y diciendo groserías.
"Me asusté muchísimo, el corazón me latió muy fuerte, y en eso escucho que golpean la camioneta", declaró Araujo.
Luego negó haber visto el momento en que Lyle golpeó al ciudadano cubano, porque estaba de espaldas, y dijo que todo pasó muy rápido.
"Yo, en ese momento, estaba en pánico porque los niños estaban muy asustados y hacían mucho ruido, y veo la cara de Pablo asustado tratando de detener la camioneta", añadió.
También estuvieron presentes un médico forense y un oficial, quienes mostraron fotos de las lesiones de la víctima y la causa de su deceso, días después, tras caer en coma en un hospital.
"Cuando lo examinamos para practicarle la autopsia hicimos una incisión de lado a lado de la cabeza para ver lo que tenía. Vimos que tenía una hemorragia en la parte frontal y otra en la parte trasera de la cabeza", dijo el forense.
El juicio fue retomado luego de posponerse por el mal tiempo, y la próxima audiencia se fijó para este lunes, 3 de octubre, a las 9:00 horas.
El actor mexicano está acusado de homicidio involuntario por la muerte de Hernández a raíz de un incidente registrado el 31 de marzo del 2019, cuando su familia y él se dirigían al aeropuerto internacional de Miami. De ser culpable, Lyle, de 35 años, podría pasar hasta 15 años en prisión.
