Pasar al contenido principal
x

Despiden a Alejandro Luna con homenaje en Bellas Artes

Foto(s): Cortesía
Itzel Guizar

Agencia Reforma

Ahí, en el Palacio de Bellas Artes, donde hace poco más de un mes recibió una sonora ovación de pie, Alejandro Luna fue despedido, de nuevo, entre un aplauso sentido y caluroso.

Fallecido el pasado martes, el "maestro de la luz" y "gran poeta del teatro", como se refieren a él quienes lo quisieron y admiran, el escenógrafo (1939-2022) recibió ayer un adiós con cenizas presentes en el recinto donde, por fortuna, su comunidad pudo agradecerle en vida.

"Lo vimos presenciar de pie, en el proscenio de este mismo teatro, cómo se levantaba frente a él una ola inmensa, interminable, de aplausos, con los que la comunidad teatral, reunida por la Compañía Nacional de Teatro (en su 50 aniversario), le tributaba un profundo homenaje de admiración, cariño y gratitud", recordó el director Luis de Tavira.
 

Así, "con su habitual elegancia y sobriedad" al agradecer los aplausos, es como sus colegas, discípulos y familiares recordaron a uno de los creadores fundamentales del teatro mexicano.

"Hoy estamos otra vez aquí, en el mismo teatro, transfigurado en andén de los desgarramientos, para decir adiós a Alejandro Luna, amigo entrañable, artista asombroso, maestro decisivo, cómplice indispensable de la causa del teatro, que es la causa de lo más humano de lo humano", declaró De Tavira.

Este sentimiento, el de una comunidad unida en torno a una figura tutelar y entrañable, fue, precisamente, lo que el actor Diego Luna destacó en las palabras para el escenógrafo, su padre.

"La colaboración, para mi papá, en el teatro, fue la oportunidad de tener relaciones de complicidad amorosísimas, de mucho respeto, de mucha locura también, de muchísimos contrastes", expuso.

"En el teatro le pasó todo, al punto de que nos tuvimos que mudar al teatro para estar cerca de nuestro papá. También se lo agradecemos, porque el teatro se volvió casa y, ustedes, familia", dijo a los presentes.

María Luna, también hija del escenógrafo, recordó que su padre dedicó su Medalla Bellas Artes, concedida en el 2016, a los tramoyistas y técnicos con los que trabajó incansablemente, en un espíritu de colaboración entre pares que jamás se agotó.

En una evocación sentida, el joven director David Gaitán, varias generaciones por debajo del maestro de la iluminación, destacó la paradoja afortunada de que, siendo arquitecto de profesión, Luna se decidiera por construir sueños con luz en lugar de casas con ladrillos.

"Quién diría que proyectando luz sobre materia sensible, una y otra vez, terminaría construyendo cimientos, paredes y fachadas para esta comunidad. Alejandro Luna nos generó la luz exacta para poder refugiarnos en la sombra fresca de su genialidad", elogió.

El escenógrafo Jorge Ballina, su asistente durante 5 años, habló sobre esa construcción que, con su magisterio, Luna dejó para todo el gremio.

"Ningún otro artista mexicano de la escena de los siglos 20 y 21 transformó el teatro como lo hizo Alejandro Luna", aquilató su discípulo.

Escenógrafos de distintas generaciones, como Sergio Villegas y Gabriel Pascal, así como directores y dramaturgos, como Aurora Cano, Martín López Brie y Jaime Chabaud, entre muchos otros miembros de la comunidad teatral, acudieron a la despedida en Bellas Artes.

Con otra ovación de pie, el escenógrafo, con su lumínica presencia, fue despedido en el Palacio de Bellas Artes, que fue su casa.