Pasar al contenido principal
x

Ser solidarios ante crisis, pide obispo de Tehuantepec, Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Ángel Mendoza

TEHUANTEPEC, Oaxaca.- Ante la situación de emergencia que vive la región del Istmo a causa del terremoto de 8.2 grados en la escala de Richter, la Diócesis de Tehuantepec llamó a los católicos a ser solidarios para superar las dificultades que enfrentan las comunidades afectadas.


El obispo de la Diócesis de Tehuantepec, Óscar Armando Campos Contreras, dijo que preocupa el daño que dejó el sismo a la población y la situación de las familias que perdieron a sus seres queridos al desplomarse sus hogares.


Muchos viven afuera de sus domicilios, lo que podría afectar su salud física y emocional, comentó.


Confió en que la contingencia pase pronto y las réplicas de los sismos disminuyan su intensidad, así como sea menor su periodicidad.


Importante, mantenerse unidos


De esta manera, la población puede recuperar un poco la tranquilidad y posteriormente, entrar a la fase de la rehabilitación y reconstrucción de los daños, indicó.


"Es importante que mantengamos la unidad todos para poder reconstruir el tejido social, evitar cualquier tipo de violencia y buscar juntos la forma de salir adelante. Eso es lo que nos está pidiendo Dios”, expresó el jerarca de la Iglesia católica.


Señaló que “hemos tenido un tejido social muy desarticulado y dañado por los tipos de violencia, los grupos que buscan sus propios intereses.


"Todo porque nos ha faltado vivir como verdaderos hermanos. Éste es el momento de superar cualquier rencilla o conflicto interno que nos invita a vivir en desunión”.


Hay muchas necesidades


En este contexto, la comisión de emergencia de la Pastoral-Cáritas, afirma en un comunicado que han sentido la solidaridad de muchos voluntarios, distintos grupos y organizaciones sociales, pero a medida que realizan las evaluaciones de daños y análisis de necesidades, van detectando un gran número de afectados en varias colonias y las posibilidades de ayudar, los rebasa.


Considerando que las necesidades son muchas, trabajarán en dos etapas para resarcir parte de los daños.


La primera etapa será para apoyar con víveres, apertura de cocinas comunitarias en algunas parroquias y acompañamiento en asesoría emocional y espiritual.


La segunda etapa comprenderá la reconstrucción de las viviendas de las familias más afectadas en comunión con el párroco del lugar, para hacer a la comunidad más solidaria y corresponsable.


De esta manera, el obispo pidió hacer lo que les toca como Iglesia, de tal manera que puedan remediar o aliviar el sufrimiento lo más y lo mejor posible.


Llama a superar divisiones


Animó a los fieles a organizarse solidariamente superando divisiones y a colaborar en su propia reconstrucción, dentro de sus posibilidades.


La iglesia de Santo Domingo, como muchos recintos religiosos, fue afectada por el sismo en la torre de su campanario, una parte de la cual cayó sobre el edificio del obispado.


El riesgo es mayor, pues colinda con el exconvento que ya colapsó en gran parte.