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Preocupa a Iglesia violencia en el Istmo

Foto(s): Cortesía
Redacción

Los obispos en funciones y emérito de la Diócesis de Tehuantepec, Crispín Ojeda Márquez y Arturo Lona Reyes pidieron al presidente Andrés Manuel López Obrador y al gobernador Alejandro Murat Hinojosa investigar y castigar los sucesos de violencia e iniciar un proceso de paz en San Mateo del Mar.


“Con profunda preocupación nos dirigimos para solicitar su intervención en hechos que, seguramente son de su conocimiento y que por la gravedad, dañan de manera profunda a una comunidad indígena”, escribieron en una carta.


En la misiva, dirigida también a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, expusieron que la desatención ancestral y actual de los niveles de gobierno ha traído como consecuencia una grave violación al derecho a la vida, a la integridad y seguridad personal, al desarrollo, al acceso pleno de los derechos económicas, sociales y culturales, así como al derecho a la paz de los habitantes de esa San Mateo del Mar.


Además, manifestaron su preocupación por la eventual existencia de actores ajenos a la comunidad quienes alienten la violencia en la comunidad entre hermanos.


También, lamentaron que los gobiernos federal y estatal no previnieron la violencia generada, la muerte, las lesiones y los daños de personas, aun cuando se tiene conocimiento del problema de alto riesgo para la vida, la seguridad y la paz en la comunidad.


De esta manera, reclamaron que se garanticen las medidas de apoyo y asistencia dispuestas por la Ley General de Víctimas y por la Ley de Víctimas del Estado de Oaxaca, a los deudos de las personas fallecidas.


Aparte de esto, requirieron que se atienda a los niños y adolescentes que se quedaron en la orfandad, a través de asistencia psicológica y médica, así como garantizar atención médica a los lesionados en clínicas especializadas.


También, pidieron que se ofrezca trato diferenciado a las mujeres víctimas de violencia, conforme a la Convención sobre la Eliminación de toda forma de Discriminación contra la Mujer y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer.


Y por último, solicitaron que se realicen las investigaciones penales y administrativas para que los hechos no queden en la impunidad, así como el inicio de un proceso de paz y reconciliación que garantice la pacificación interna en la comunidad y con poblaciones vecinas.