JUCHITÁN, Oaxaca.- En este mes de agosto monseñor, Arturo Lona Reyes, celebrará 47 años de haber sido nombrado obispo de la Diócesis de Tehuantepec, la que encabezó hasta el año 2000, cuando lo sustituyera un obispo coadjutor.
Es en el día que se celebra la Asunción de la Virgen María cuando se ordenara Obispo por mandato del Papa Paulo VI y en la misma fecha, pero de 1952, se ordenó sacerdote.
A sus más de 90 años sigue al pendiente, como Obispo Emérito, de los pueblos del Istmo pues se considera oaxaqueño por adopción.
El Obispo de los Pobres
De su paso por la Diócesis, en donde orientó el trabajo pastoral hacia los pobres, dijo que “se siembra, se cosecha, luché por la justica por la liberación de los pobres, mi vida no ha sido en vano, aunque siempre queda el ‘pude hacer más’”.
Manifestó que lo que más agradece es que “Oaxaca me diera cobijo tanto tiempo, mis raíces están en Aguascalientes, pero este corazón está aquí”, dijo sobre este estado en el que siempre guarda la esperanza de que se “de un cambio social en todos los niveles”.
El Obispo de los Pobres indicó que es necesario que los políticos sigan el ejemplo de José María Morelos y Pavón, que durante la redacción de la primera Constitución del país se declaró Siervo de la Nación: “es lo que necesitamos de los gobernantes y también en la iglesia necesitamos ser siervos, servidores de los pobres, esa es mi esperanza”.
Lona Reyes, antes de presidir esta Diócesis, fue Obispo de la Diócesis indígena de Huejutla, Hidalgo. Su caminar se enmarca en la opción preferencial por los pobres en los pueblos y comunidades indígenas de la región del Istmo de Tehuantepec. Es fundador de varias organizaciones civiles en esa diócesis en donde destaca el Centro de Derechos Humanos Tepeyac del Istmo de Tehuantepec, A.C. del cual es presidente.
