CIUDAD IXTEPEC, Oaxaca.- “Bienaventurado aquel que da su casa a los extranjeros, que Dios bendiga a aquellas personas que nos dan la mano en este camino”, dijo Wilson Charles Martial, un inmigrante haitiano con residencia legal, que cargó la cruz en la representación del viacrucis del migrante en el albergue "Hermanos en el Camino".
Por la contingencia de la pandemia de la COVID-19, la celebración de la semana mayor en el albergue se realizó a puerta cerrada sin salir a las calles como en años anteriores, recorriendo las estaciones del viacrucis en las instalaciones del refugio con la participación de los cobijados en este espacio.
Algunos de los migrantes presentes estaban por abandonar el albergue luego de terminada la ceremonia, por lo que el fundador, el padre Alejandro Solalinde Guerra, les dio palabras de esperanza:
“Nuestro camino no termina en la cruz ni en el Viernes Santo; cada migrante, cada familia que llega a los Estados Unidos y llega bien, es una forma de vivir la estación quince: vivir la resurrección, cada persona que se reencuentra con su familia en donde sea, es un motivo de resurrección”.
El sacerdote resaltó que mas allá del bien económico que se busca al migrar a los centros de desarrollo huyendo de la muerte y del hambre, es seguir una vida cristiana ejemplar como lo dejó Jesús:
“La resurrección más grande no va a ser cuando a cada persona o familia le vaya bien económicamente; no, eso no es lo más importante, lo más importante es que obedezcan a Dios y lo vivan en donde se encuentren”.
Encabezados por Wilson Charles Martial en el papel de Jesús y el sacerdote Solalinde Guerra, los migrantes recorrieron los espacios del refugio, reflexionando sobre cada una de las estaciones del viacrucis.
Algunos migrantes con cartulinas en la mano, exigieron justicia para Victoria, la migrante salvadoreña asesinada a manos de policías en Tulum, Quintana Roo, y por Keyli Venli Molina, una joven hondureña que perdió a su bebé de cuatro meses, tras una agresión policial en el estado de Veracruz.
"Vivir la resurrección, cada persona que se reencuentra con su familia en donde sea, es un motivo de resurrección”.
Alejandro Solalinde, Sacerdote.
