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Alza iglesia plegarias por los damnificados en Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

IXTALTEPEC, Oaxaca.- El obispo emérito de la Diócesis de Tehuantepec, Arturo Lona Reyes, se dijo afónico de tanto consolar a los niños, mujeres y hombres de las comunidades de la región del Istmo afectadas por el sismo; de éstos últimos, dijo, se condolió más al ofrecerles el hombro izquierdo para que lloraran.


“En 46 años que llevo de obispo en el Istmo, nunca había experimentado estas pruebas del sismo que se prolonga y se multiplica, nunca he encontrado tanto niño que llora y mujeres que lloran la muerte de sus esposos; las mujeres son sensibles en estos momentos, me conmueven, pero ver llorar a un hombre no lo soporto, en mi hombro izquierdo se han reclinado llorando y he llorado con ellos”.


El llamado obispo de los pobres llegó ya empezada la misa oficiada por el obispo Óscar Armando Campos Contreras, y se mantuvo en un extremo, alejado de los obispos y del arzobispo de Antequera.


A pesar de sus más de 90 años y de la ciática que dice no lo deja en paz, se mantuvo de pie durante la liturgia, aunque luego confesó que fue un gran alivio por fin encontrar dónde sentarse.


Cristo está en los pobres


Lona Reyes dijo que fue obispo únicamente de Tehuantepec, “no he tenido otra diócesis y qué bueno porque aquí se encuentra Cristo en los pobres”.


Visiblemente cansado, el obispo dijo que no se puede ser indiferente “ante tanto dolor, ante tantas lágrimas, he rogado mucho a Diosito que ya tenga misericordia de nosotros y que la Madre Tierra se acuerde de estas criaturas de Dios”.


Aseguró que todos los días encomienda en las manos de Dios al pueblo istmeño: “es verdad que me he quejado como Cristo se quejó ante el Padre allá en la Cruz, pero también me alienta la última palabra: ‘en tus manos pongo este pueblo sufrido’.


Dijo que ha visitado las comunidades sobre todo las de la periferia como San Mateo, Santa María del Mar, San Dionisio, San Francisco Pueblo Viejo, no a dar solución a sus problemas pero sí a darles consuelo y que sientan que están con ellos.