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Rachas de viento pegan al Istmo, Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

Por si faltara algo a la tragedia por la que atraviesa el Istmo de Tehuantepec, fuertes vientos del denominado evento norte se empezaron a registrar en la región, lo que generó una nueva preocupación a los habitantes.


Además de soportar vivir a la intemperie y las lluvias, ahora resisten fuertes rachas que casi arrancan lo único que tienen para cubrirse: sus lonas.


La gente recurre a cubre bocas para no aspirar el polvo que generan los trabajos de demolición de las casas derruidas por el sismo y para no contraer enfermedades.


Sin casa y miedo a entrar a los espacios que quedaron habitables, la ciudadanía asegura que pasan por los momentos más difíciles en su historia.


Cada año, esta región registra este fenómeno muy característico que la hace zona potencial para la explotación de energías renovables.


Y aunque llega en tiempo, no en las mejores condiciones porque vulnera la situación de miles de familias que viven, duermen y comen en las calles.


Desde el mes de octubre a enero o febrero en el Istmo son comunes los eventos con rachas superiores a 60 kilómetros por hora, y viento del norte con rachas mayores a 50 kilómetros por hora.


"¡Nos llueve sobre mojado!", es la frase que repiten sus habitantes cuando las condiciones climatológicas y naturales no han sido su mejor aliado.


Vulnerables


Carmela tiene una bebé de escaso un mes de nacida, su principal preocupación radica en las enfermedades que puede contraer su pequeña por el clima.


Habitante del barrio Cheguio, donde se lleva a cabo la demolición de las viviendas, el cuarto donde descansa quedó invadido de polvo. “Estoy preocupada por lo que estamos pasando, esperamos que la ayuda no deje de llegar, también medicinas y atención médica”.


Este viernes por la tarde, los niños fueron resguardados por sus padres, algunos en casas de campaña y otros en espacios cerrados habilitados con lonas para evitar que puedan contraer enfermedades.