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Iguana, alma y cultura del Istmo, Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

JUCHITÁN DE ZARAGOZA, Oaxaca.-En tamales o guisado, en este municipio la iguana es de los reptiles más consumidos, sobre todo en Semana Santa o en fiestas patronales. Comer iguana en el istmo de Tehuantepec es una tradición y parte de la cultura, pero la caza indiscriminada ha reducido la población hasta 15%.


Un grupo de juchitecos impulsan el proyecto para reproducir iguanas de traspatio.


El Centro de Educación Ambiental Julio Bustillo Cacho, albergado en uno de los edificios históricos de Juchitán, no baja la guardia y mantiene desde hace 10 años su “iguanero” mediante el cual busca evitar que la especie se extinga ante el consumo en la región.


El Foro Ecológico Juchiteco, una organización de la sociedad civil, administra el edificio abandonado a su suerte por parte de las autoridades estatales debido a la falta de financiamiento público; el centro fue cedido en comodato desde el 2004.


Tras los simos a la constrrución cayó la barda perimetral, se dañó el área de alberca, así como el vivero y algunas partes del criadero, éste último uno de los proyectos más importantes porque busca la conservación de la especie en un municipio donde uno de sus platillos principales es la iguana.


Igual que otros edificios históricos que sufrieron daños en Juchitán, a la fecha se desconoce si habrá algún tipo de apoyo para las reparaciones.



Los defensores han logrado la reproducción de hasta 700 animales y la meta es llegar a los mil

Garantizar supervivencia


Hasta 700 ejemplares han llegado a reproducir en cautiverio por parte de integrantes del Foro Ecológico y cada año liberan 300 reptiles o más para contrarrestar la desaparición de la iguana en la región del Istmo de Tehuantepec, sobre todo en zonas donde existe la caza indiscriminada para la venta en los mercados de ejemplares vivos o cocinadas en diferentes maneras.


El director del Centro de Educación Ambiental Julio Bustillo, Eduardo Martínez Noriega, explica la dificultad para mantener en pie la consttrucción y seguir trabajando a pesar de los daños causados por los sismos.


El biólogo señala que de los proyectos más importantes es la reproducción de iguanas, el cual está considerado como una Unidad de Manejo de Fauna Silvestre (Uma) registrada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a través de la cual orientan a los niños en edad escolar de la importancia de conservar la especie y reproducirla.


Además, se realizan talleres dirigidos a la población adulta con la intención que las mujeres, que preparan los platillos de iguana, cuenten con sus criaderos, un modelo similar a granjas avícolas; al obtener un registro, garantizarían la subsistencia y podrían consumir el reptil sin problemas.



El director del Foro Ecológico explica que buscan orientar a las mujeres para que puedan contar con su criadero en el patio de su casa. FOTO: Emilio Morales

“Orientamos a los niños, algunos manifiestan que no les gusta comer iguana; sin embargo, no se puede retirar porque es una tradición y es cultural el consumo, sobre todo en las fiestas de Semana Santa y las velas, sería imposible amputar esta parte, pero lo que si podemos hacer es disminuir la cacería”.


Detalló que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente ha realizado varios decomisos a personas que trafican con iguanas, muchas de ellas trasladadas desde Veracruz hasta el mercado 5 de septiembre, actualmente en reparación; en el caso del Istmo, la cacería se da en Santo Domingo Ingenio, Tehuantepec y Juchitán.


Hasta mil iguanas se consumen en Semana Santa en Juchitán


La gastronomía zapoteca, de las más exquisitas, tiene entre sus platillos el guiso de iguana y el tamal de iguana, este último, elaborado principalmente en de Semana Santa,; además, el reptil es consumido durante los cuatro días principales de visita a los panteones.


A diferencia del resto del año, en Juchitán el consumo se “dispara” en Domingo de Ramos, lunes, martes y miércoles de semana Santa, por lo que el sacrificio de las iguanas se incrementa al triple en estos días, es decir a casi mil ejemplares de la especie.


Don Juanito, el padre de las iguanas



Juan Selis, considerado el padre de las iguanas, explica que en 50 años han visto la disminución de la población del reptil

Juan Selis es considerado el padre de las iguanas del criadero que existe en el Centro de Educación Ambiental. Desde que arrancó el proyecto, hace 10 años, ha visto desovar huevos del reptil, los ha cuidado hasta que nace el reptil, visto crecer, alimenta y los cuida.


El hombre, cuya edad se refleja en el cabello canoso, dice que en menos de 50 años el animal se extingue poco a poco; por eso, la importancia de que los pobladores adopten la iniciativa de criaderos de transpatio, "como si fueran gallinas, porque es muy facil su reproducción, sólo se requiere voluntad".


La carne blanca del reptil tiene un sabor similar al pollo, es baja en grasas y rica en nutrientes porque regenera la sangre.


"Se están extinguiendo regionalmente, ya no hay iguanas en los campos; por eso la idea es reproducirlas en cautiverio y liberarlas cada año para que, con una edad de año y medio, puedan sobrevivir a su entorno".


Para Don Juanito es díficil erradicar el consumo de iguana en la región, pero es posible educar a las nuevas generaciones para que hagan conciencia en el consumo racional de la iguana.