SALINA CRUZ, Oaxaca.- Mientras la refinería Ing. Antonio Dovali Jaime de Petróleos Mexicanos (Pemex) opere como lo ha venido haciendo desde hace aproximadamente 40 años, se profundizará la contaminación al medio ambiente, sobre todo, a los cuerpos de agua que han sido afectados con los constantes derrames de hidrocarburo a través del zanjón de la factoría, así lo consideran ciudadanos de Salina Cruz, quienes remarcan la falta de interés de la petrolera por resarcir los daños.
"Pemex atiende cuando hay emergencia, contrata empleo temporal, pero no tiene un programa real para controlar los efectos contra el medio ambiente derivados de la operación de la industria petrolera", indicaron.
Un biólogo consultado dijo que no ha habido formalmente un plan o programa de mitigación por los derrames de hidrocarburo que han ocurrido y que en estos últimos años se han incrementado paulatinamente por la falta de mantenimiento de la factoría.
Dijo que lejos de resolver esta situación, el personal que labora en la empresa productiva del estado, poco o nada han hecho para mitigar los efectos de los contaminantes en la región aledaña a ese recinto industrial.
El trabajo de Pemex se reduce a levantar en algunas ocasiones el hidrocarburo vertido, para lo cual utiliza los servicios de una empresa que contrata a pobladores de la región afectada por un periodo de tiempo determinado para apaciguar las protestas.
Señaló que la restauración del daño por parte de la empresa productiva del estado son meros paliativos para los vecinos afectados a los cuales los provee de recursos y “empleo temporal”, sin poner especial atención en relación al impacto ambiental que genera este tipo de derrames.
Las certificaciones en materia de seguridad y protección ambiental que le han otorgado a la refinería por mantener un supuesto sistema de gestión de calidad de conformidad con las normas vigentes solo son panfletos, consideró el especialista.
La petrolera continúa operando con toda normalidad, advirtió el biólogo, y esto es porque no ha habido sanción alguna por parte de las autoridades responsables aún y cuando los derrames han sido demasiado notorios, y es que no ha habido un seguimiento fidedigno por parte de los afectados.
Reiteró que una vez satisfechas sus demandas a los afectados directamente como pescadores y vecinos de las agencias municipales de Ensenada la Ventosa, Boca del Río y las Salinas del Marqués, estos no vuelven a inconformarse de alguna otra forma toda vez que los beneficios económicos pueden mas que el interés social y ambiental.
Finalmente -dijo muy apesumbrado- qué despacho jurídico no puede llevar un litigio en contra de la petrolera que resultará con una sanción por los constantes derrames, el solo hecho de visualizar restos de manchas aceitosas presume la contaminación del agua marina, ya que la misma normatividad la configura en un supuesto de contaminación.
Al parecer pueden más los recursos que destina Pemex en materia social, porque ni siquiera es dinero que utiliza de otras partidas para contener las protestas, por ello mantiene sus actividades como si nada hubiera sucedido.
