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Alarma por aumento de asaltos al transporte en el Istmo

Foto(s): Cortesía
Redacción

JUCHITÁN, Oaxaca.- Los asaltos a los camiones que recorren las rutas del Istmo de Tehuantepec volvieron a activarse en este mes de marzo, por lo que los integrantes de la Alianza del Transporte Federal hicieron un llamado a las corporaciones policiacas a nivel federal, estatal y municipal para reactivar sus estrategias de vigilancia y disuasión.


Desiderio de Gyves, dirigente de la Alianza, explicó que después de los operativos de vigilancia en las principales rutas, a finales del 2016 y principios del 2017, el número de asaltos bajó drásticamente, pero en este mes ya se tienen registrados seis asaltos a mano armada sobre las unidades en movimiento.


Terror a bordo


“Después de nueve meses que estuvo tranquilo, vuelven los asaltos arriba de las unidades y no es privativa de una línea de transporte. Esto nos obliga a reunirnos nuevamente con las corporaciones y pedirles encauzar las acciones que se emprendieron hace un año y fueron efectivas; al menos bajó el índice de asaltos arriba de las unidades”, argumentó.


El dirigente refirió que la violencia con que se realizan los asaltos cada vez es más intensa, al grado de herir o matar a los usuarios, por lo que consideró necesario que las estrategias de disuasión y vigilancia también estén en el mismo nivel.


Los asaltos a mano armada también se están cometiendo en los paraderos de Juchitán, Ixtepec, Matías Romero y en el tramo que va de Tehuantepec a Salina Cruz, por lo que piden mayor vigilancia en estas zonas.


Rutas peligrosas


Los asaltantes no tienen un horario específico para cometer los ilícitos; los realizan en cualquier momento del día, ya sea en zonas apartadas o con mucho tráfico. Las rutas altamente peligrosas son Juchitán-Tehuantepec; Juchitán-Unión Hidalgo y Juchitán–Ixtepec.


En lo que va del año se han registrado más de 10 asaltos en camiones foráneos, siendo el mes de marzo el que más asaltos ha presentado, aunque el 2016 fue el año más trágico con muertes y heridos durante los atracos, además de las amenazas contra los conductores y cobradores para no identificar a los asaltantes.