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Agoniza la pesca, pero emerge el turismo en presa de Jalapa del Marqués en Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

JALAPA DEL MARQUÉS, Oaxaca.- Alrededor de 500 personas cada fin de semana, desde hace un mes, arriban a la "playa" de la presa Presidente Benito Juárez para admirar la magnífica iglesia de Asunción que la orden dominico mandó a construir de piedra y ladrillo en la Vieja Jalapa, en el Siglo XVI.


La obra que los zapotecas construyeron con piedras extraídas de los cerros cercanos, que se mantiene en pie a pesar de estar sumergida por más de 50 años bajo el agua y que en los último mes ha dejado ver el 90 por ciento de su estructura.
 


El turismo


La visita no se centra en la admiración de la arquitectura hidrológica que construyó en 1961 el ex Presidente Adolfo López Mateos, sepultando bajo su vaso al pueblo de Santa María Jalapa del Marqués, esa obra que tenía la intención de irrigar a través del Distrito de Riego 19 de la Conagua alrededor de 44 mil 031 hectáreas de tierras del istmo oaxaqueño, pero que al final no cumplió con esta meta, en sus mejores tiempos, de 1978-1984, llegó a irrigar 29 mil hectáreas aproximadamente.


1,000


Pescadores en crisis


500
Visitantes llegan cada fin de semana


50
Pesos, el viaje en lancha


3
Veces se ha logrado ver el templo


 


Al contrario, los curiosos llegan hasta la presa para ver y fotografiar la iglesia y su atrio, además de pasar un par de horas en plan familiar en las palapas de palma que 10 familias de la agencia Llano Verde colocaron para vender cervezas y comida, las tradicionales mojarras que aún se logran pescar en la parte más honda de la presa.


“Pues estamos aprovechando esta situación. No todos los años se deja ver la iglesia,  nosotros, los de la agencia, aprovechamos a vender y ofrecer una opción al turismo local. Gracias a Dios tenemos aunque sea esto, porque la pesca, que es de lo que más vivimos, pues casi no hay porque la presa ya está casi seca”, expuso José Amado Olivera, uno de los prestadores de servicio.
 


El viaje


El padre de José Amado, el pescador Miguel Olivera Sibaja por su parte ofrece los recorridos en lancha a un precio de 50 pesos por persona, ida y vuelta, poniendo a la disposición de los visitantes un lancha colectiva.


“Aprovechamos la situación de la iglesia. Somos varios que ponemos nuestras lanchas y ofrecemos los recorridos, además de ir a dejarlos hasta la iglesia y después ir a traerlos, durante un espacio de una o dos horas. El precio es cómodo, 50 pesos. Ahora en Semana Santa las visitas aumentarán y se colocarán más puestos de comida y bebidas, así como más lancheros ofrecerán los recorridos”, comentó Olivera Sibaja.




Las lanchas disponibles para el viaje.

La  sequia afecta a cientos de familias de Jalapa del Marqués, los que viven directamente de la pesca en la presa, más de mil personas, además de miles de productores del campo en toda la región que se ven beneficiados con el gua de la presa que es alimentada por los ríos Tehuantepec y Tequisitlán. 


Mínima opción


De manera contradictoria, la sequía en la presa les está dando una opción a los pescadores y habitantes de Jalapa del Marqués; explotar turísticamente el espectáculo de la iglesia de Asunción de María que resurge del agua cada diez años.


 



Las enramadas ofrecen comida tradicional.

 


De acuerdo a los pescadores, hace exactamente 10 años, la iglesia se vio en su totalidad, pero no se logró entrar por el lodo. La autoridad tiene registro de que en 1978 también se dejó ver completamente; en ese entonces, la Diócesis de Tehuantepec permitió que se realizara una misa en su interior, la noticia se esparció como pólvora y muchos pueblos peregrinaron hasta la presa.


Los pescadores, ahora, se dedican a pasear a los visitantes, les ofrecen recorridos en lancha por lo que queda de la presa, los llevan hasta la orilla de la iglesia e intentan explicar que hace muchos, muchos años, en los días de sus padres y sus abuelos, el pueblo de Yudxi y su iglesia gozaban de gran importancia en todo el valle del Istmo de Tehuantepec.


Mientras la sequía está matando cientos de cabezas de ganado y los productores están perdiendo sus cultivos como el maíz y el sorgo, los pescadores de la presa al no tener opciones de trabajo y aún no recibir el apoyo que el gobierno estatal les prometió por la crisis, no se desaniman y sacan provecho a la situación del templo.