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7S: la sacudida que agrietó la fe en Juchitán, Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

HEROICA CIUDAD DE JUCHITÁN DE ZARAGOZA, Oax.- Aquel 7 de septiembre del 2017, el ‘día que habló el temblor’ (dxi guni’ xu), la fe de este pueblo zapoteca también fue azotada, ante los graves daños registrados en el templo de San Vicente Ferrer, donde se venera con una gran devoción al santo patrón de los juchitecos.


“Cuando alguien pasa y contempla lo que quedó, brotan las emociones, los suspiros y las lágrimas”, afirmó el párroco, Lucio Santiago Santiago, para describir el desconsuelo de los pobladores por ver aún destruido su templo.


Y como no iba a ser, pues este símbolo juchiteco, que hospeda al santo patrón desde 1551, no solamente es un templo sino un espacio vinculado a la historia, a la cultura y a la tradición del pueblo zapoteca.


“Durante el luto de 40 días que guardan los zapotecas después de una muerte, vi que un señor se hincaba a rezar afuera todos los días, entre lágrimas, porque perdieron su lugar de fe y de identidad cultural”, añadió.


De hecho, después de ser conocido como Xihitlán (lugar de las flores) o Ixtaxochitlán (lugar de las flores blancas), Juchitán fue llamado Xhavizende (a los pies de San Vicente, una zapotequización del castellano), en honor al santo.



Una figura de San Vicente Ferrer atestigua el daño a su templo. FOTO: Emilio Morales

Centro religioso y cultural


“Por eso, están tristes y lloran; no solamente es un espacio eclesial, es el corazón del pueblo, es un lugar de encuentro espiritual lleno de sentimientos religiosos y culturales”, asentó.


Después del traslado en procesión de las dos imágenes de San Vicente Ferrer Gola (grande) y Huiini (chico), a la parroquia del Señor de Esquipulas, para su resguardo y veneración, se levantó una capilla frente al templo, para que los juchitecos mantuvieran esa fe y ese arraigo cultural.


“Pero no es lo mismo, algunos suelen venir un rato, dejan sus flores y se van. La mayoría, que llegaba todos los días, todos los domingos, no ha regresado. También, se ha originado una dispersión, unos van a otra parroquia o alguna capilla”, señaló.


Quizá una de las razones sea que el pueblo juchiteco aún no supera del todo el miedo, ni el duelo, por la tragedia vivida hace un año.


“Espiritualmente no ha podido dejar atrás y transformar el miedo ni el duelo por la pérdida de un familiar de una manera positiva, como la resilencia. Tampoco ha podido asimilar la pérdida de lo material, porque muchos aún no tienen casa”, refirió.


Por eso, los juchitecos ahora están más ocupado más en reconstruir o en reparar sus viviendas, porque muchos aún siguen viviendo debajo de lonas o en casas de campaña.



La casa parroquial de San Vicente Ferrer, afectada. FOTO: Emilio Morales

Aplazan bodas, ceremonias religiosas y velas


“No ha habido bodas, ni mucho menos las velas, porque el pueblo está atareado más en reponer la vivienda. Hay mucho disgusto, desesperación, agobio y debido a la poca ayuda del gobierno, o porque recibió una tarjeta clonada o solamente con el 50 por ciento nada más del apoyo prometido”, añadió.


Reparación, no hay para cuando


Aunque esta misma situación de abandono también enfrenta el templo de San Vicente Ferrer, porque el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) aún no inicia la reparación.


“A un año, está como quedó; han hecho estudios, diagnósticos, mecánica de suelos, que me parecen son importantes, pero hasta ahí, porque solamente apuntalaron una torre. Han dicho que ya está liberado el dinero y que iniciarán los trabajos en noviembre próximo o a principios del 2019, pero aun así, creo que se está prolongando el tiempo, porque el temblor fue hace un año”, terminó.


Sufre también San Vicente


“La rehabilitación del templo ayudará a mitigar el dolor y las lágrimas del pueblo ante la tragedia, aunque San Vicente también está en el dolor de la comunidad, porque está fuera de su casa y sufriendo con nosotros”: padre Lucio Santiago Santiago.


Ayuda española a damnificados


Después del terremoto del 7 de septiembre, la ciudad española de La Vall d’Uixó, hermanada con Juchitán de Zaragoza, por su devoción similar San Vicente Ferrer, envió 260 mil pesos como ayuda financiera en auxilio a los damnificados, que se destinaron a la elaboración de catres y bastidores de tejido, para atender las necesidades de más de 100 familias juchitecas.


Más de 80 templos dañados


El Informe de Templos Católicos Dañados en Septiembre del 2017, elaborado por el Observatorio Nacional de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), registró afectaciones en 87 edificaciones de la Diócesis de Tehuantepec.


Entre los más dañados, se encuentran los templos de San Vicente Ferrer y Santo Domingo de Guzmán, en Juchitán de Zaragoza y Santo Domingo Tehuantepec.


“El consuelo es que sigue en pie”


SANTO DOMINGO TEHUANTEPEC, Oax.- Ante los graves daños en gran parte de su estructura, el templo de Santo Domingo de Guzmán también se encuentra cerrado desde el 7 de septiembre del año pasado.


“Es el templo más antiguo, que alimenta la fe y las tradiciones del pueblo, es en sí, un símbolo de identidad. El único consuelo es que sigue en pie”, afirmó el sacerdote Gildardo Aguilar Zárate, rector de la Catedral, que se localiza a un costado de esa joya arquitectónica dominica.


El templo, que forma parte del antiguo convento de Santo Domingo de Guzmán, presenta afectaciones en al menos el 80 por ciento de sus instalaciones.


“Está severamente dañado casi en toda su nave, tiene grietas y fisuras. Por eso, está apuntalado en una gran parte, en su retablo y en el campanario. Pero, a pesar de eso, está en riesgo, porque la madera utilizada, pino ocote, es dulce y el comején ya se la empezó a comer”, asentó.


Aunque la catedral y el obispado también sufrieron afectaciones en su estructura, que fueron registradas en su momento por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).


“Si bien, la catedral está abierta, porque según especialistas puede ser utilizada, también tiene grietas y fisuras en el techo y en los muros. Lo mismo, sucede en el obispado. Por eso, urge que comiencen los trabajos, principalmente en el templo de Santo Domingo de Guzmán”, señaló.