La región del Istmo de Tehuantepec siempre ha presentado altos índices de marginación aún debido a que Oaxaca es la segunda entidad más pobre del país. Sin embargo, los niveles de pobreza, lejos de disminuir con el arribo de empresas y la inversión eólica - como se prometió institucionalmente - la marginación ha aumentado aumentado hasta 20 por ciento. Mientras los empresarios obtienen ganancias millonarias por la energía que producen a beneficio de multinacionales.
En 1994 la Comisión Federal de Electricidad (CFE) inició el proyecto piloto La Venta I con apenas 6 torres y una capacidad de 1.5 MW; diez años después la empresa española Acciona construía el parque Eurus con 167 aerogeneradores y una capacidad de 250 MW y un complejo eólico con 204 torres y 306 MW de potencia. En esos años el Consejo Nacional de la Población (CONAPO) estimó el nivel de pobreza en la región Istmeña en 38 por ciento de su población.
Hasta el corte de junio del 2017, la Asociación Mexicana de Energía Eólica registró un total de 1400 aerogeneradores en el Istmo de Tehuantepec.
Firmas extranjeras explotan territorio oaxaqueño
Y los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía revelan que en esta región el índice de pobreza aumentó en 20 puntos porcentuales entre la población dado que 58 por ciento de los istmeños han caído en la marginación.
Los empresarios si podrían contar de las bonanzas que han recibido luego de casi dos décadas de explotación de la energía eólica.
Negocio ventajoss
El Congreso del Estado reveló hace 4 años que cada aerogenerador generaba una ganancia de 590 mil 400 dólares anuales para las empresas, es decir, más de 8 millones de pesos por cada torre.
Hoy en día las empresas eólicas están ganando, en promedio, 11 millones 217 mil 600 pesos por turbina, lo que se traduce en 15 mil 704 millones 640 mil pesos anuales.
Y eso no es todo, el presidente de la Asociación Mexicana de Energía Eólica manifestó la intención de instalar 1 mil 400 aerogeneradores más en esta demarcación para el presente año, es decir, las empresas pretender ganar el doble.
Beneficio de multinacionales
Cabe recordar que la producción de energía eólica no está siendo dirigida para la población, la organización española Ecologistas en Acción documenta que son las multinacionales como Coca Cola, Gamesa, Bimbo y Cemex las que reciben la producción.
Ahora bien, el Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos Gobixha documenta que en los últimos diez años los campesinos agrícolas han perdido más de 30 mil hectáreas en manos de las empresas eólicas, pues las empresas firman contratos con personas que no saben leer ni escribir.
Silenciosa privatización
Además, los trabajadores del campo también se han visto afectados por las inundaciones en los campos de cultivo y pérdida de cosechas, así como la contaminación de tierras y aguas subterráneas por aceites y otros desechos que los parques de Iberdrola y Gas Natural Fenosa utilizan para mantenimiento de los aerogeneradores, según menciona el estudio El IBEX 35 en guerra contra la vida.
Además, el estudio señala que la firma de contratos de arrendamientos particulares hasta por 60 años genera que la tenencia de la tierra comunal y ejidal camine hacia la propiedad privada.
Entre muchos otros daños, Ecologistas en Acción también refiere que el parque eólico La Venta operado por CFE ocasiona la muerte por colisión de 3 mil 900 aves 6 mi murciélagos al año, especies que tienen una importante función ecológica como dispersoras de semillas y polinizadores.
Y asimismo, el Corredor Eólico del Istmo ha provocado un doble impacto en el aumento de la erosión, así como la degradación del suelo, la eliminación de cubierta vegetal y la pérdida de tierra fértil por la cimentación de torres.
Riqueza del viento, festín trasnacional
Oaxaca es líder en producción de energía eólica, señalan las autoridades gubernamentales en discursos oficiales, empero, olvidan especificar que la energía generada y prometida como un beneficio para los oaxaqueños, queda a merced de empresas multinacionales.
Según el análisis El IBEX 35 en guerra contra la vida elaborado por la Confederación internacional Ecologistas en Acción y publicado en febrero de este año, señala que 21 de los 27 parques que conforman el Corredor Eólico del Istmo de Tehuantepec operan bajo la figura de autoabastecimiento, lo cual significa, explican, que operan para abastecer directamente a grandes corporaciones industriales, comerciales y de servicios.
El documento detalla que son las compañías de Coca Cola, Walmart, Bimbo, Cemex, entre otras multinacionales que acaparan el 70 por ciento de la energía generada en la región.
La organización española refiere que, con base en datos de la Asociación Mexicana de Energía Eólica, lo producido actualmente supera los 2,360 MW, y que, dentro de dos años se prevén duplicar las concesiones en la entidad para tener el doble de producción.
Marginado, uso doméstico o residencial
El análisis detalla que con la producción de hoy en día se podría satisfacer la demanda eléctrica en toda la entidad, sin embargo, este no es el objetivo de los empresarios ni de las autoridades gubernamentales.
"No contemplan las necesidades eléctricas de la población local , ni uso doméstico de la electricidad, ni está disponible en la red eléctrica (...) el uso final está en manos de grandes intereses de grandes corporaciones." menciona el documento.
La organización internacional abunda en que la lógica de los megaproyectos continúa reproduciendo un esquema de apropiación de los territorios y los bienes comunales para beneficio individual, y explica que el interés de beneficiar a las grandes empresas responde a que son compañías extranjeras las que invierten su capital en Oaxaca.
Españoles, la mitad de proyectos
Explica que las compañías españolas Gas Natural Fenosa, Acciona y Renovalia controlan más de la mitad de los parques eólicos y que el 87 por ciento de los aerogeneradores instalados han sido fabricados por Gamesa y Acciona.
Por último, la Confederación de Ecologistas en Acción lamenta que la generación de energías renovables se haya convertido en una pieza clave para estrategias de acumulación de capital.
"En un escenario marcado por la urgencia de buscar alternativas contra el agotamiento de recursos y el impacto del cambio climático las grandes empresas actúan bajo la lógica del capitalismo verde. Más aún en México donde la conflictividad social establece un clima favorable para las trasnacionales."
