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Refinería tiene en vilo a Salina Cruz, Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

SALINA CRUZ, Oaxaca.- El fuego ha puesto de nuevo la atención en la refinería Antonio Dovalí Jaime de Salina Cruz; el saldo de la explosión registrada la noche del martes dejó tres personas lesionadas con quemaduras. 


Los trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) afectados fueron identificados como: Raúl R.R., Máximo D.C. y Cándido O.G., que fueron canalizados al hospital y, según un comunicado de la empresa productiva del estado, están fuera de peligro y las heridas son leves.


El origen del estallido es -de nuevo- de acuerdo con Pemex, una falla en suministro eléctrico en las instalaciones. Llos encargados de las instalaciones informaron a este diario la necesidad de la importación de equipo especial y diversos trabajos de mantenimiento con el fin de evitar estos problemas. A decir de las fuentes, el éxito de lo anterior parece ser nulo.


Sin embargo, desde el interior de la Refinería corrieron versiones sobre que el accidente fue ocasionado por una reacción química violenta entre los materiales presentes en los distintos procesos de refinación.


Accidente en Planta Primaria No. 2


La noche de este martes en la Planta Primaria No 2 una explosión activó los servicios de emergencia, y entró en acción el cuerpo de bomberos para combatir las llamas después de varias horas de maniobras.


Pemex informó, mediante un comunicado, que la contingencia se originó en un corto circuito y que los tres petroleros afectados se encuentran estables y fuera de peligro.


Sin embargo, trabajadores que pidieron el anonimato niegan esta versión de las autoridades de Pemex y relatan que:


“Fue al abrir una Brida -parte de las tuberías-, la cual contenía producto entrampado que, al hacer contacto con el sulfato ferroso, que también ahí se encuentra, motivó una reacción química provocando una explosión, esto alcanzó a los tres compañeros que laboraban en un andamio de aproximadamente dos metros de altura, sabemos que están delicados al presentar quemaduras de primero y segundo grados”.


Fallas de electricidad, un mal añejo


Desde la explosión del 14 de junio del 2017, que dejó como saldo un muerto y nueve heridos, sin contar los daños y la pérdida de producto; la Refinería sigue bajo el castigo de continuos fallos eléctricos que han generado paros de emergencia y humo que alimentan el miedo de los habitantes porteños.


Pasada la explosión, se debió afrontar el seísmo del 7 de septiembre y sus réplicas.


El 2018 presenta diversos incidentes por falta de suministro eléctrico, fue el 01 de febrero cuando al filo de las 14:30 horas, de forma repentina se fue la energía eléctrica en toda la refinería, ya que fallaron los turbogeneradores de potencia GE-1 y GE-2. Esto a su vez provocó que saliera de operación la Planta Catalítica 1 y al menos 3 calderas.


El director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Carlos Alberto Treviño Medina, en una visita a Salina Cruz en agosto, indicó que de los cuatro turbogeneradores que tiene la planta tres funcionan. Dos turbogeneradores fueron traídos de Eslovenia el 13 de octubre de 2017, con lo que Pemex arrancó un Proyecto de Generación de Energía Eléctrica Provisional, para tratar este mal de fallas.


Pero a las 21:58 horas del miércoles 09 de agosto se registró una interrupción eléctrica en el sistema operacional, lo que provoca fuertes ruidos que asustaron a los habitantes.


Y el 29 agosto, se informó sobre la falla de un turbogenerador y consecuentemente se botaron varias plantas de proceso, por lo que el producto entrampado quedó atorado en una área cercana a los quemadores y estos comenzaron a quemarse; de nuevo la zozobra se adueñó de los porteños.


Personal de Pemex calificó como superado el problema de energía eléctrica. La refinería, detalló, se suministra de manera autónoma de energía eléctrica con dos turbogeneradores de 32 megawatts de capacidad cada uno, y solo recibe apoyo de un solo equipo portátil. De esta forma se cumple con el 100 por ciento de la demanda eléctrica interna.


No obstante, los cortos circuitos y fallas eléctricas no terminan por superarse en la factoría.