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Mercado de Salina Cruz, inseguro

Foto(s): Cortesía
Redacción

SALINA CRUZ, Oaxaca.- De acuerdo con locatarios, desde hace unos días han desaparecido diversos artículos o mercancías del interior del mercado Ignacio Zaragoza, no obstante que el recinto permanece cerrado desde el ingreso del velador, lo que los hace suponer que la sustracción de sus productos se da en contubernio con empleados municipales.

 

Angelina Solá Valnezuela, representante de su señora madre, quien por causas de la edad no puede “dar las vueltas” para supervisar su negocio, señaló que la encargada del local “El Sueño Istmeño", comenzó a perder diversos objetos y pequeñas cantidades de dinero en efectivo desde el pasado martes de esta semana.

 

 

Pero no fue sino hasta este jueves por la mañana que se percató de que la cerradura del candado con el que mantienen cerrada la puerta del local se encontraba forzada y cortado el cerrojo; de forma inmediata procedió a revisar su mercancía y notó que le hacía falta un collar con una moneda con chapa de oro y dinero en efectivo que dejó en su caja la noche anterior.

 

 

Señaló que durante el transcurso del día acudieron a la Dirección de Mercados y denunciaron este ilícito, la funcionaria encargada les mencionó que el personal asesor del municipio indagaría; sin embargo, hasta este viernes no hubo ningún tipo de pesquisa y tampoco se constituyeron en el lugar para verificar lo sucedido, por lo que acudió a las oficinas de la presidencia municipal pidiendo una audiencia donde de igual modo no hubo respuesta.

 

 

Para rematar, al acudir con el fiscal local, este le requirió de facturas o documentos que acreditaran la propiedad de las alhajas, papeles con los que dijo no contar, toda vez que por lo reducido de su inventario no le resulta a estas alturas poder adquirir estos objetos bajo estas condiciones, pero asegura que son de su propiedad.

 

 

Por otra parte, doña Tere, quien de igual forma se dedica a la venta de quesos y crema, relató que el jueves por la mañana se percató de la falta de una bola de quesillo en su local, y que desde hace treinta años que lleva vendiendo producto en el mismo lugar, nunca le había ocurrido algo así, por lo que de manera personal inquirió al vigilante quien se deslindó de cualquier señalamiento, por lo que para evitar más problemas dejó las cosas como están.

 

 

Otros locatarios de los cuales se reservaron sus nombres porque prefieren evitar no entrometerse en trámites engorrosos que les quitan tiempo y de todas maneras no logran recuperar sus objetos, señalaron que a uno le sustrajeron sus “javas” y a otro una mesa, y así sucesivamente, lo que no deja de ser grave, pues aseguraron que un solo vigilante no garantiza la seguridad de todo el mercado.

 

 

Es la Directora de Mercados quien se encarga de cerrar las diez puertas de las tres naves y abrirlas de igual modo al día siguiente a temprana hora, ante esta situación, los comerciantes piden se amplíe el número de vigilantes en el mercado, pues de cuatro que lo resguardaban en la noche, desde principios de este año, solo una persona es la que vigila.