JUCHITÁN, Oaxaca.- Han transcurrido cuatro años desde que el poderoso terremoto de 8.2 grados de intensidad sacudió violentamente la entidad oaxaqueña, dejando sufrimiento y desolación en la población juchiteca, la más afectada de aquella noche, con 37 víctimas mortales y cientos de viviendas y edificios dañados.
De acuerdo con las autoridades, hubo más de ocho mil viviendas afectadas con daños parciales, sin embargo, las réplicas del sismo durante más de un año, siguieron afectando las fracturadas estructuras.
Cientos de familias siguen pidiendo ayuda, recordándole a las instancias municipales y estatales la penosa situación por la que aún atraviesan, en la incertidumbre de no contar con la promesa de que serán favorecidos con un beneficio.
Lo más lamentable es que para las familias con estas afectaciones, la ayuda nunca llegó, pues el gobierno del estado, que en su momento le correspondía apoyarlas, sólo informó que contaba con 80 millones de pesos, provenientes del Fondo para Desastres Naturales (Fonden).
Entre los edificios emblemáticos dañados, además de la iglesia de San Vicente Ferrer y la Casa de la Cultura, está el histórico Palacio Municipal de Juchitán, que desde hace dos años, noviembre de 2019, comenzó su reconstrucción; hoy luce apenas con un avance del 30 por ciento.
El Palacio Municipal es el segundo inmueble más importante para los juchitecos, sólo después del templo de San Vicente Ferrer, y es considerado el palacio con la fachada más larga del estado.
Las autoridades juchitecas señalan que, para el edificio, que data de 1882, se destinaron de manera inicial, 10 millones 700 mil pesos, con financiamiento del gobierno federal a través del Plan Nacional de Reconstrucción, y está proyectado para terminarse en el 2022.
Sin embargo, los trabajos hoy en día están parados desde el mes de abril, pues la empresa Tierra Negra, encargada de la obra, está a la espera de más recursos para continuar.
Por otro lado, la Casa de la Cultura fue inaugurada en 1972 por el presidente Luis Echeverría Álvarez, y tuvo como principal impulsor el desaparecido maestro Francisco Toledo, puesto que ahí se inició un proyecto cultural de grandes alcances con el objetivo de revalorar la cultura zapoteca y su historia.
8.2
grados de intensidad registró el sismo
37
personas fallecieron en el temblor
