JUCHITÁN, Oaxaca.- El presidente municipal de Reforma de Pineda, José Méndez Ramírez, denunció que ha sido amenazado de muerte por un grupo de personas que se han encargado de desestabilizar la paz social del municipio, en las últimas semanas.
Acusó a las ex presidentas Rosita Aguilar y Araceli García Hernández, de ser las responsables de la crisis política que se vive en su comunidad y estar detrás de las regidoras que encabezan la movilización, que ha estado afectando a la comunidad reformeña y otros municipios con los bloqueos de carretera que llevan a cabo.
Dijo que son ellas las que están financiado a las personas que tienen tomadas las instalaciones del Ayuntamiento, las oficinas de Telecomm, y el traslado de los manifestantes a bloquear la carretera.
Indicó que han sido tres mesas de diálogo en las que ha participado con la parte inconforme y cada vez cambian sus demandas, lo que ha entorpecido las negociaciones y retrasado la solución del conflicto.
“Ellas están metiendo las manos en los temas del municipio y engañando a los regidores; le dijeron a la Síndica que si me destituyen, ella subiría a la presidencia; sin embargo, sabemos que eso no es cierto, pues para destituirme hay un proceso”.
Méndez Ramírez reveló que dentro de los 16 puntos del pliego petitorio de los disidentes, en uno de ellos piden la restitución de Araceli García en la regiduría de Panteones, que no ocupa desde que inició esta administración, por no presentarse en la toma de protesta, a pesar de haber sido convocada y haber firmado la notificación.
“Ahora quieren que en una sesión extraordinaria de cabildo se le asigne su regiduría; pero en la mesa de trabajo ya les dijeron que ese tema no es facultad mía, y para que la ciudadana pueda regresar, tiene que hacer los trámites ante las
instancias correspondientes”.
Se dijo extrañado por la actuación del reducido grupo de personas, que exige que la incorporación de la ex presidenta Araceli García al cabildo, pese a que se caracterizó por tener un gobierno poco transparente y marcado por la violencia.
Desde la capital oaxaqueña, hasta donde se ha tenido que refugiar junto con su familia debido a las amenazas, señaló que los servicios básicos se siguen otorgando en el municipio, a pesar de los intentos de las regidoras de boicotear estas labores. “Dicen que yo no regrese (al pueblo) porque me van a linchar. Crearon un grupo de WhatsApp, donde se han puesto de acuerdo, que donde me vean me van a arrestar”.
Ante estas intimidaciones, señaló que ya hizo las denuncias correspondientes, reiterando que seguirá buscando la solución del conflicto a través del diálogo.
Con información de Amando Orozco
