Gerardo Valdivieso Parada
JUCHITÁN, Oaxaca.- Luego de utilizarse como centro cultural y sede de una radio comunitaria, la Asamblea Comunitaria Indígena de la Novena Sección regresó al Ayuntamiento la comandancia municipal ubicada a la entrada de este barrio. Ahora, denuncian que la mantienen cerrada.
Aunque reconocieron que actualmente existe vigilancia en el Centro de Salud de esta zona que ya está abierto y ofrece sus servicios al público, luego de permanecer cerrado por la constante incursión de asaltantes a sus instalaciones, no comprenden por qué la comandancia está olvidada.
Cerrada la mayoría del día y utilizada como dormitorio por la noche, en el inmueble no hay policías ni una patrulla como lo había solicitado la Asamblea, a cambio de entregar el espacio en donde se reunía con regularidad.
Hay otros espacios en disputa entre la Asamblea y el Ayuntamiento y sus grupos afines, tales como el Campo Tiburón, que exigen la atención de la autoridad que ha rehabilitado otros campos deportivos y ha descuidado el de la Novena Sección, un espacio muy utilizado por los deportistas.
Otro de los espacios que la Asamblea administra es el panteón Lunes Santo ubicado en la colonia La Gloria. La Asamblea, luego de denunciar cobros irregulares y falta de servicios, intervino en el camposanto para integrarle algunos servicios tan básicos como el agua potable.
El panteón Lunes Santo y la comandancia fueron rehabilitados en la administración de Gloria Sánchez López.
El panteón ha sido escenario de conflictos desde su construcción cuando en la primera administración de Emilio Montero Pérez trató de destinarle otro uso, a lo que los vecinos se opusieron volviéndose una disputa política entre el grupo político del edil y el de los hermanos Gloria y Héctor Sánchez López.
Finalmente, durante la pandemia y al darse cuenta que empleados de la regiduría respectiva vendían los lotes del panteón “a diestra y siniestra”, decidieron administrarlo. La Asamblea se dijo dispuesta a negociar su entrega.
