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Una abrazadera le falta a Pemex para reparar fuga en Matías Romero

Foto(s): Cortesía
Amando Orozco

JUCHITÁN, Oaxaca.- El agente municipal de Donají, Rafael Castillejos Fuentes reveló que ante la falta de una abrazadera, el personal técnico de Petróleos Mexicanos (Pemex), no ha podido terminar con los trabajos de reparación de la fuga de amoniaco, que se registró el pasado 9 de diciembre.

Indicó que lo último que le informó Pemex es que para sellar totalmente esta fuga de amoniaco, se requiere de una abrazadera, la cual se solicitó y solo se está a la espera de que llegue para terminar los trabajos.

Desde que fueron evacuados de las comunidades de Donají, Estación Morelos y Juno, unas 600 familias permanecen en los refugios temporales de Palomares, donde con el apoyo de sociedad civil, autoridades municipales se encuentran brindando alimentación y atención médica.

A dos semanas de este hecho, hizo un llamado a la empresa productora del estado para que se apresure a reparar la falla o que realice la sustitución de la línea de amoniaco para que las familias puedan regresar a sus hogares.

“Uno de los requisitos que le hicimos nosotros a Pemex, es precisamente la reparación del ducto para poder regresar; imagínate se están llevando dos semanas, también tenemos el planteamiento que nos preocupan las líneas”.

Demandan atención de Romero López

Por otro lado, dijo que se sienten abandonados por las autoridades estatales, pues no han tenido el acompañamiento en las mesas de diálogo con Petróleos Mexicanos.

“Necesitamos la presencia de Jesús Romero López, responsable de la Secretaría de Gobernación de Oaxaca. Más que nos manden despensas, lo que necesitamos es que nos apoyen para que se cambie la tubería en el tramo, pues nos comentan que tiene más de 70 años y ya presenta corrosión”.

Por ello, pidió al Gobernador Salomón Jara Cruz respaldar a las familias de las poblaciones afectadas por la fuga de amoniaco, para que Pemex solucione este grave problema.

En las últimas horas, se han registrado desfogues en el ducto de 12 pulgadas, lo que ha provocado que de nueva cuenta se sienta el olor del amoniaco y siga creciendo la incertidumbre entre los pobladores.