Nadia Altamirano Díaz
OAXACA DE JUÁREZ, Oaxaca.- La rabia, que tras la mordedura de un murciélago contrajeron dos hermanas y un hermano integrantes de una familia originaria de Palo de Lima, en el municipio de San Lorenzo Texmeculan, en la Sierra Sur oaxaqueña, provocó que en dos de los casos el estado de salud sea sumamente crítico, de acuerdo a lo reconocido el lunes por los Servicios de Salud de Oaxaca.
Sin embargo, el reporte médico que elaboró personal del Hospital General Doctor Aurelio Valdivieso, donde se atienden los menores, permite saber que a Lorenzo, niño de siete años, se le retiró sedación y ventilación mecánica para continuar con medidas de confort en lo que se le realiza el electroencefalograma que confirme la muerte cerebral.
A Aracely, de 8 años y la mayor de los tres hermanos reportados como casos sospechosos de rabia desde el pasado viernes, también se le retiró la sedación, enfrenta un edema cerebral y todavía no responde a estímulos externos.
En cambio a Fabiola, de dos años y la menor de los tres hermanos y quien no ha desarrollado síntomas de rabia, ya se le han aplicado cuatro de las cinco dosis de la vacuna antirrábica, como parte de una acción para cuatro contactos directos con los menores.
Se tiene programado que este miércoles Fabiola cumpla con su esquema de vacunación antirrábica, por lo que continúa bajo vigilancia médica en el Hospital Valdivieso, a donde ingresó el pasado miércoles 21 de diciembre, pero fue una semana antes cuando su hermana y hermano comenzaron con los síntomas.
Se sabe que el ataque del murciélago ocurrió el 1 de diciembre.
Para evitar la desinformación, este lunes la titular de los Servicios de Salud de Oaxaca, Alma Lilia Velasco Hernández, difundió un mensaje videograbado en el que señala que los tres posibles casos de rabia silvestre en menores se originó por la mordedura de un murciélago en una comunidad con extrema marginalidad.
Para poder confirmar o descartar la presencia de rabia en los menores se deben esperar los resultados de las pruebas que procesa el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos.
Destacó que el personal médico hace lo humanamente posible para salvar la vida de los menores.
