SALINA CRUZ, Oaxaca.- Las toneladas de basura que inundan todo el centro de la ciudad, desmotiva el arribo de visitantes y compradores potenciales, aseguran comerciantes, de allí la necesidad de mantener limpio este espacio que es público, señalaron, luego de que percibiera un desplome de sus ventas.
A pesar de que el mercado "Ignacio Zaragoza" y el parque central es de los más visitados por la propia población y personas que vienen de otras partes del Istmo, porque aquí encuentran casi cualquier tipo de mercancía nacional y regional, los vendedores han señalado que sus ventas han bajado.
En el mercado central y sus alrededores, propios y extraños pueden encontrar toda clase de mercancía a mejor precio que en las tiendas de autoservicio, pero con la diversidad de olores fétidos y desechos que hay en el ambiente obliga a la ciudadanía a desistirse de acudir a hacer sus compras en el recinto.
Pedro, quien opera un taxi del sitio Autora, manifestó que a dos semanas de haber iniciado el bloqueo del acceso al basurero, ha sido notable el descenso de demanda de servicio con dirección al centro de la ciudad y viceversa a los barrios y colonias, si durante todo el día quedaban libres 350 pesos en promedio, "ahora sólo me queda 200 pesos".
En el mismo sentido se expresó Camila, quien de forma usual se traslada desde Tehuantepec a Salina Cruz para la venta de relleno de puerco y pollo, en la pasada semana hubo pocos clientes que arribaron al mercado por su desayuno, seguramente lo adquirieron con otros vendedores, y es posible que sea por la enorme cantidad de basura que hay, señaló.
Por igual Flor, quien diariamente arriba de San Mateo del Mar a laborar en un local comercial del centro de la ciudad, indicó que sus conocidas regresan algunas con un poco de mercancía a sus casas, no se está vendiendo como antes el epazote, albahaca, nopales, huevo de gallina de rancho, frutas y verduras, comizcal, entre otros productos.
La joven explicó que todo esto se debe por la enorme pestilencia que hay en el centro de la ciudad, la basura que hacen todos lados, aunque ya han comenzado a levantar en parte todo este tiradero, la gente fácil se deja llevar ante el temor de adquirir alguna enfermedad, como la tifoidea, diarrea u otro mal, por acudir al mercado.
Una señora adulta ikoots, que sólo acude de vez en cuando a ofrecer trastes de “morro”, agregó que con las pocas ventas que han habido no se puede pagar de forma diaria el impuesto que te cobran por vender en algún pequeño espacio; no sale, dijo la mujer, me han cobrado de 25 a 30 pesos por día más el taxi y la comida, no resulta ya este negocio, se quejó.
"Si acaso de vez en cuando vengo al centro, traigo mi mercancía la vendo y me regreso a San Mateo, ya estoy grande para continuar con este trabajo, yo no sé mis compañeras, creo que al final la necesidad obliga a cualquiera a tener que trabajar a vender lo que produce nuestra tierra", concluyó.
