Gerardo Valdivieso Parada
JUCHITÁN, Oaxaca.- Aunque desde la escuela se inculca que los saberes comunitarios que llaman “empíricos” son superchería, los conocimientos de los pueblos como la medicina tradicional que no se reduce solamente a los males físicos sino espirituales, se mantienen aún a través de las curanderas, parteras, sobadores o hueseros.
La resistencia
Con la llegada de la modernización se acentúan los cambios en la organización comunal y de su relación con la tierra, incluso de su visión del mundo, factores como la escuela, la iglesia y los medios masivos de comunicación han minimizado y marginado los saberes de los pueblos indígenas, han observado los investigadores como Modesta Antonio y Roel Salinas, que realizaron investigaciones sobre los saberes tradicionales de los zapotecos del Istmo.
“Sin embargo gran parte de esta sabiduría que es transmitida en forma oral, de generación en generación, y que se expresan en sus lenguas maternas, convive y compite a lado de los conocimientos científicos”, aseveraron.
En el caso de la medicina tradicional encontraron enfermedades que para la medicina moderna no existen: “en virtud de que el cuadro sintomático que éstas presentan no encaja en la concepción médica de una enfermedad, por lo tanto no las curan”.
Incomprensible para la ciencia
Algunas de las enfermedades que los zapotecos han curado con los conocimientos tradicionales, ejemplificaron, son: Ca ladxidó (empacho), Idxa guiichi (espinilla), Dxiibi (espanto) Xtui (vergüenza), Dxiibi (susto), Bagayaa (ojo), éstas enfermedades generalmente se presentan en menores de edad y un síntoma coincidente es el desgano general del organismo.
Los tratamientos varían en cada caso, como pueden ser bebidas obtenidas de la naturaleza, masajes, limpias con el uso de plantas, ungüentos e invocaciones que están relacionados con lo espiritual, que dan un parámetro de los conocimientos que tienen los zapotecos respecto a la medicina.
La existencia de personas que todavía ejercen la medicina tradicional son ejemplo de que “a pesar de la marginación de la que han sido objeto estos conocimientos por el avance de la ciencia y la tecnología, hoy podemos afirmar que existen espacios dominados por los conocimientos tradicionales”, opinaron los investigadores.
Males y tratamientos
Describieron algunas de las enfermedades y su tratamiento como el Ca Ladxidó’ o empacho que es un padecimiento muy frecuente en los niños: “Es la mala digestión de los alimentos, y éstos quedan pegados en alguna parte del aparato digestivo. Los síntomas que presenta este padecimiento son vómitos, timpanismo, eructos acedos, diarrea con mal olor de las heces fecales y desgano general del organismo”.
El tratamiento según lo recabado por los investigadores consiste en tostar en un plato de barro en las brasas pimienta gorda, anís, alhucema y mostaza para luego moler los ingredientes. En un trapo se colocan los ingredientes agregándole agua caliente hasta formar un jugo que se le proporciona al paciente acompañado de un masaje en el vientre y espalda.
El dxii’bi o espanto son impresiones de sorpresa que recibe una persona por algún suceso por lo que llega a presentar síntomas como fiebre, sueño intranquilo y pérdida de apetito. Para su tratamiento existen personas especializadas para tratar este mal.
La curación se realiza mediante una limpia, acompañado de albahaca, anisado y ungüentos para frotar las articulaciones del enfermo; la curandera habla evocando el retorno del espíritu al cuerpo del enfermo.
"Gran parte de esta sabiduría que es transmitida en forma oral, de generación en generación, y que se expresan en sus lenguas maternas, convive y compite a lado de los conocimientos científicos”.
