JUCHITÁN, Oaxaca.- La hija del político Víctor Pineda Henestrosa, desaparecido por el Ejército, Irma Pineda Santiago, lamentó que la administración federal quiera romantizar la presencia del instituto armado y “borrar por arte de magia o de un plumazo, toda la serie de violaciones a los derechos humanos que el Ejército ha cometido a lo largo de 110 años de existencia”.
La autora del poemario Guie' ni zinebe (La flor que se llevó) que recopila, precisamente, las violaciones de soldados contra mujeres, trabajo que realizó luego de la violación tumultuaria de la indígena náhuatl de 73 años, Ernestina Ascencio Rosado, en la sierra de Zongolica en Veracruz, por elementos del Ejército mexicano, negó que se hayan erradicado las violaciones a los derechos humanos por parte de los soldados mexicanos.
“Aún continúan dándose éstas violaciones, lo vemos en denuncias diarias, no todas de manera formal desafortunadamente, porque hay un temor a denunciar estas violaciones a sus derechos más elementales, pero sí en las redes sociales que vienen a ser un termómetro social: vemos continuamente evidencias y casos que hay participación del Ejército mexicano y la Guardia Nacional”.
La que fue representante de los pueblos indígenas de América Latina y el Caribe ante la ONU, agregó que en el marco de la constante lucha de los pueblos indígenas en la defensa constante de sus territorios y de sus recursos naturales, hay evidencias de que las fuerzas armadas siguen violando de manera sistemática los derechos de hombres, mujeres, infantes y adultos mayores.
“México sigue siendo un país donde las estadísticas de defensores de territorio y medio ambiente desparecidos y asesinados es bastante alta, y de las cuales hemos señalado la responsabilidad directa del Ejército mexicano, a estas alturas no podemos romantizar que se hayan vuelto buenos de un día para otro”.
Agregó que no se puede acusar a todo el Ejército de las violaciones a los derechos humanos, “no todos están cortados con la misma tijera”; y que son los altos mandos que pertenecen a una élite quienes toman estas desafortunadas decisiones de seguir reprimiendo a la gente.
“Y por otro lado pues la base o la mayoría de las personas que conforman el Ejército que pertenecen al pueblo son los que están obligados a cumplir estas órdenes, porque han sido pauperizados o vienen de familias de escasos recursos y su posibilidad de vida fue a través de las fuerzas del ejército”.
“México sigue siendo un país donde las estadísticas de defensores de territorio y medio ambiente desparecidos y asesinados es bastante alta, y de las cuales hemos señalado la responsabilidad directa del Ejército mexicano, a estas alturas no podemos romantizar que se hayan vuelto buenos de un día para otro”.
