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Devora el mar palapas en Ensenada La Ventosa

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Foto(s): Cortesía
Redacción

Alfonso Tapia Barrita / Noticias, Voz e Imagen del Istmo

 

SALINA CRUZ, Oaxaca.- De forma inexorable, el mar continúa acechando las negociaciones de palaperos y vecinos que se establecieron en las cercanías de la playa de Ensenada La Ventosa desde hace poco más de 40 años. En el sitio se pueden ver los restos de construcciones y en años recientes el socavón que ha dejado el fuerte oleaje en las cercanías, que ha degradado a tierra yerma los negocios de venta de mariscos y pescados y diversas propiedades de los vecinos.

Vestigios 

Guareciéndose del frío con una delgada sudadera mientras limpiaba lo que queda de su patio, uno de los vecinos que prefirió el anonimato y que reside en las proximidades de la playa de Bahía La Ventosa, señala parte de los restos de restaurantes que se alcanzan a ver sobre la superficie del mar, de los cuales algunos tienen 20, 30 y hasta 40 años de haber sido socavados por las incesantes olas y el constante avance del mar del lado norte de la playa. 

A tres o cuatro predios se alcanza a apreciar un par de construcciones que de fecha reciente fueron destrozadas por el oleaje; el resto de los locales hoy descansan metros más adelante, el mar no se detiene ni con muros, "y ahora lo que vemos es el resultado de los cambios que se están presentando en el medio ambiente; al menos es lo que informan algunos medios noticiosos y programas televisivos".

Tabiques, piedras y cemento se han convertido en refugio de bivalvos como almejas y ostiones y hasta de otras especies; donde hasta hace más de 40 años los visitantes caminaban por la arenosa playa, hoy apenas queda el patio en cuyas casas se oye cómo retumban las olas con cada mar de fondo. El hombre dijo recordar que hace años hasta había unas barredoras mecánicas que levantaban toda la basura y hoy ya no hay paso para estos aparatos.

Olas echan todo abajo

"Ya solo quedan tres o cuatro palapas que funcionan y ofrecen servicio los fines de semana del lado norte de la bahía, otras tres o cuatro más ya fueron demolidas por el intenso oleaje que se ha visto en los últimos tres o cuatro años; del lado sur quedarán unas ocho, si acaso; el resto está lejos de la playa", dijo la Señora Guadalupe Mendoza. "Nosotros tuvimos que dejar el solar para no perder lo poco que nos quedó y nos instalamos en mi domicilio", explicó.

La mujer narró que en su domicilio instalaron primero una tienda y luego una palapa, porque no les quedó de otra. "En la misma situación se encuentran algunos vecinos en la playa, dejaron ahí tiradas la láminas y postes, otro ya falleció y otro más se reubicó a una parte más alta, donde tarde o temprano lo alcanzará el mar; en un principio hicimos lo mismo, pero al final de cuentas ya estamos entre la laguna y la playa, hasta que no ocurra otra cosa", dijo muy resignada.

Entre petroleros

Incrustados en una especie de península entre la laguna y el brazo de mar que amenaza el patrimonio de algunos palaperos, media el vetusto centro recreativo petrolero de la Sección 38, donde en tiempos de bonanza, allá por la década de 1980, en alguna ocasión se reunieron Alfredo López Ramos, Joaquín Hernández Galicia y Francisco Carlock Villalobos, para discernir cuestiones políticas, aseguró este último.

La ambición de unos cuantos llevó por el derrotero a los petroleros y hasta perder en manos de una gavilla el predio que hoy permanece cercado por fracciones, mientras el mar hace su faena alcanzando lo que queda de barda, pues el resto fue consumido por las frías aguas del Océano Pacífico y a pesar de esto lugareños y ejidatarios se continúan disputando el solar, sin prestar atención a este fenómeno natural que en un par de años seguramente llevará a desaparecer parte de este terraplén, expuso.

En las Salinas del Marqués el mar se está alejando, lo percibimos por experiencia propia, dijo el hombre, mientras en La Ventosa continúa mellando la laguna y el área de palapas aledañas a la laguna.