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Casa del General Charis: adiós a la historia

Foto(s): Cortesía
Redacción

JUCHITÁN DE ZARAGOZA, Oaxaca. 30/ 09/ 2019- En el 2017, Carlos Slim Helú, presidente de Grupo Carso, informó que la Fundación que lleva su nombre contaba con un fondo de cerca de 2 mil 374 millones de pesos que serían destinado para la reconstrucción de viviendas, escuelas, hospitales y mercados públicos afectados por los sismos.

 

Parte de esos recursos se destinaron al Istmo de Tehuantepec; un ejemplo de este tipo de edificación se muestra sobre la calle Melchor Ocampo, en la quinta sección de Juchitán.

 

 

A horas de la entrega oficial, Don Tomás Chiñas Santiago narra que en aquel espacio que ocupa una estructura moderna, había una vivienda vernácula de más de 200 años de antigüedad.

 

 

 

 

 

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Lugarda Charis Luna pide que su vivienda sea demolida pues representa un peligro para los habitantes

 

 

Edificación centenaria

 

 

Don Tomás narra que el antecedente de la vivienda data de la época colonial, cuando españoles la adquirieron, posteriormente la vivienda fue comercializada a una familia que la utilizó para instalar un molino.

 

 

Enseguida, los abuelos de su pareja se hicieron de la vivienda, después fue recibida como herencia de su esposa. La familia decidió invertir para renovar las maderas del techo, hacerla más resistente y, de esta manera, ser transferida a la hija de ambos.

 

 

Para Don Tomás la vivienda guardaba muchos recuerdos, “creemos que hemos superado el problema, pero nos llega el sentimiento en algún momento, pues en esa casa se fue toda la historia y documentos importantes que teníamos”.

 

 

Golpe al corazón

 

 

Al siguiente día del sismo, la familia se percató que las estructuras mostraban severos daños y que, tras la tragedia, el presupuesto para repararas implicaban muchos recursos.

 

 

En algún momento Don Tomás buscó que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) pudiera considerar esa vivienda vernácula e importante para conservarla como patrimonio de Juchitán, pero esto no sucedió y quedó fuera del catálogo para ser rescatada.

 

 

La familia se aferró para evitar perderla; conocieron de una promoción de parte del grupo Carso para apoyar a los afectados por el sismo y se inscribieron para recibr recursos con los cuales pudieran construir una vivienda moderna.

 

 

 

 

 

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El edificio que ocupó el general Heliodoro Charis Castro luce en mal estado y, a dos años de los sismos, no hay fecha para reconstrucción

 

 

“Noa dolió mucho que se cayera, porque era una casa tradicional, no hubo apoyo para su reconstrucción y se debió demoler, cada golpe de la máquina dolía el corazón; se aprovechó la presencia de Carso y se hizo la petición para la construcción”.

 

 

Don Tomás aseguró que la reconstrucción de Juchitán se dió de manera precipitada y no se atendió debidamente, pues el gobierno tenía prisa por entregar resultados, sin tomar en cuenta el rescate de la vivienda tradicional.

 

 

Vivienda moderna

 

 

La estructura que se encuentra en el terreno donde se encontraba la vivienda vernácula, es moderna, de un techo que apenas alcanza los dos metros de altura, con habitaciones pequeñas, ventilación con ventanas pero que impiden circular el aire al interior.

 

 

Adentrarse a ella provoca un fuerte bochorno, no se compara en nada a la vivienda que ahí había años antes, con altura apropiada y espacios abiertos, edificadas especialmente para el clima de la región.

 

 

Los habitantes de Juchitán que perdieron sus viviendas se enfrentaron, además de la insensibilidad de las instituciones, al incremento en el precio de la mano de obra y los materiales; para muchos, el recurso proporcionado por las autoridades no alcanzó para nada.

 

 

Dilema en vivienda del General Charis

 

 

Sentada al exterior de su hogar recién edificado, mismo que da al frente de aquella construcción que se dañó en el 2017, patrimonio de su padre, Lugarda Charis Luna lamenta que, a dos años de los sismos, no haya respuesta positiva sobre la reconstrucción de la vivienda del general.

 

 

Asegura que personal de la Sedatu aseguró que ya existía un presupuesto para la restauración, pero ni siquiera han llegado trabajadores a la zona.

 

 

De la misma manera, recibió la visita de Gerardo de Gyves, quien gestionó recursos para trabajar en la construcción y, al parecer, hubo una respuesta positiva.

 

 

Demolición

 

 

Lugarda Charis expresó su deseo de demoler la vivienda que tiene 90 años de antigüedad, pues luce fracturada por dentro y fuera, y para ella representa una angustia saber que otro sismo pudiera derrumbar la estructura y herir a vecinos o habitantes del lugar.

 

 

“Sí pueden rescatarla adelante, no me opongo, pero ya pasaron los años y veo ya difícil pues la construcción ha estado cayendo desde entonces y no quiero que en algún momento vaya a dañar a alguna persona”.

 

 

 

 

 

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La fachada de este edificio representa un peligro pues con otro temblor fuerte puede caer hacia los transeúntes

 

 

Comentó que desde el sismo del 2017 solicitó a Sedatu la demolición de la casa, pero la petición fue negada pues es una vivienda histórica patrimonio de la localidad.

 

 

Además, muchas personas del lugar han expresado su deseo porque se conserve, pues representa parte importante de Juchitán, un lugar donde vivió uno de los hombre que más trabajó por su comunidad.

 

 

“Pero para mi ya no es posible mantenerla pues representa un peligro, si los sismos continúan puede derrumbarse y afectar a los habitantes”, reiteró.

 

 

Con apoyo de Bansefi, vendiendo parte de sus pertenencias y el apoyo de sus hijos logró edificar una vivienda pequeña. En ella se levantó un espacio que sirve como altar en honor del general Charis.

 

 

El sismo se llevó también parte de la herencia cultura que le había dejado su madre, cosas de valor sentimental.

 

 

Se necesita dinero

 

 

La señora Lugarda asegura que para salvar la vivienda de su padre se necesita mucho dinero, incluso millones de pesos, pues es una estructura grande.

 

 

La vivienda es herencia para sus tres hijos, y ella ideó que pasara de generación en generación y nunca se imaginaron que un sismo de gran magnitud la derribara.

 

 

Al ver su condición actual Lugarda se entristece pues no sabe cuál será el destino de la casa que vio crecer al general Charis, una figura emblemática para el Istmo de Tehuantepec.