Pasar al contenido principal
x

Auguran fracaso para CFE en la operación de eólicas del Istmo

Foto(s): Cortesía
Amando Orozco

JUCHITÁN, Oaxaca.- Los propietarios de las tierras donde se encuentra asentado el parque eólico La Venta III, dentro del municipio de Santo Domingo Ingenio, tendrán problemas cuando la operación de esta planta pase a manos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Así lo señaló el presidente de la Unión de Propietarios de Energías Renovables del Istmo (UPERI), Porfirio Montero Fuentes, quien aseguró que por ahora, no hay problemas en el pago de la renta y otros derechos más; pero los  inconvenientes vendrán cuando haya que darles el mantenimiento que requieren los aerogeneradores.

“Por ahora todo está normal; no va a pasar nada, les van a seguir pagando a los propietarios de acuerdo al contrato que tengan cada uno, incluso se respetarán los incrementos que ya se tenían acordados”.

En ese sentido, el dirigente nacional del movimiento La Voz del Cambio, indicó que llegará el momento en que la CFE se quede sin recursos para darle el mantenimiento al parque eólico entonces vendrá el colapso del parque.

Dijo que el día que pase a manos de la CFE, se va poner más ‘amarga’ la cosa porque los parques que tiene el gobierno federal no están trabajando; ese va a ser el destino de La Venta III, como es actualmente el parque La Venta II sentenció.

“Al rato se van a parar, no van a trabajar y seguirán pagándole a la gente, hasta que les digan, como ya no estoy produciendo, pues ya no les voy a pagar”.

En el caso del parque La Venta II, ubicada en el municipio juchiteco, dijo que lleva años sin operar a toda su capacidad, pues solo trabajan 10 de 94 aerogeneradores, “a veces trabajan 15”.

“López Obrador quería eliminar a Iberdrola; pero la empresa le ganó todos los amparos, ni uno ganó él. Dobló las manos y les negó el permiso, eso lo hizo en el norte con las plantas de ciclo combinado por eso vino la venta, pero son plantas ya usadas y eso le convino a Iberdrola”.

Según la teoría de Motero Fuentes, el gobierno federal, en su interés por acabar con los intereses de Iberdrola, presionó negando la renovación de los permisos de operación que ya vencieron, esto llevó a la empresa española a tener que vender parte de sus instalaciones.