MATÍAS ROMERO, Oaxaca.- El fin de un año y el comienzo de otro no significa nada para la muerte, es implacable, no discrimina y abraza a todos por igual.
Entre el 31 de diciembre del 2018 y el 1 de enero del 2019 se registraron tres delitos de alto impacto en la Zona Húmeda del Istmo con un saldo de tres muertos. Por el momento no hay datos de los presuntos responsables de estos actos brutales que han regado de sangre las calles.
Rematado
La mañana del lunes, en el corazón de la ciudad ferrocarrilera se oyeron varios disparos que provocaron terror en los transeúntes.
Minutos después se supo que se originaron en el Palacio Municipal, que sirve como plataforma para expolicías que piden el pago de su aguinaldo, y que el blanco del atentado fue uno de los manifestantes.
Se llamó Jesús J.Z.F. y le decían el “Kiko”, eran aproximadamente las 09:25 horas cuando de un vehículo, en color gris, descendieron dos sujetos; uno disparó desde la banqueta mientras que el segundo subió las escalinatas para “rematar” a quien fuera hijo del taxista conocido como “Macorina”.
En el interior del Palacio se corrió el miedo por las venas de los empleados, algunas secretarias sindicalizadas cayeron en shock ante lo que vieron.
Policías arribaron y acordonaron el Palacio Municipal para evitar el ingreso de los curiosos, que ya se arremolinaban enfrente del edificio.
Uno de los compañeros despedidos al igual que “Kike” declaró que, todos los ex uniformados dados de baja se citaron en el lugar ya que se les haría la entrega de sus cheques por concepto del pago del aguinaldo.
Jesús pidió a uno de sus “compas” que llamara a la persona que entregaría los cheques, en ese instantes le arrebataron la vida de varios impactos de bala, otro verdugo subió y le pegó el tiro de gracia para rematarlo.
Domingano
El reloj ya indicaba que era el 2019 Después de Cristo cuando Antonio R.L., de 25 años, conducía su motocicleta en la carretera que une a Santa María con Santo Domingo Petapa.
Pero el o los sicarios le alcanzaron a unos metros de la Secundaria Benito Juárez, le dispararon en múltiples ocasiones, Antonio se desplomó sobre la carpeta asfáltica, ya no tenía vida.
Con los primeros rayos del sol los automovilistas vieron su cuerpo y avisaron a las autoridades sobre la macabra visión.
La Policía arribó y aseguró una motocicleta deportiva Honda, en color negro, la cual quedó tirada sobre la carretera, muy cerca del casco.
Todavía se desconoce el móvil tras el atentado contra Antonio, se sabe que era de Santo Domingo Petapa y sólo disfrutó de unas pocas horas del 2019.
Ingenioso asesino
Las celebraciones por el nuevo año casi siempre están acompañadas por la quema de fuegos pirotécnicos, que saturan los ojos y oídos, lo que hace muy difícil distinguir lo que sucede en los alrededores.
A la medianoche la ciudad ferrocarrilera se pobló de cuetes y disparos de una variopinta clase de armas de fuego, por toda la población las detonaciones acompañaron los abrazos de los que estaban en familia.
Este ruido impidió a los vecinos de la colonia Barrio Juárez Sur, cerca del salón social La Ermita, escuchar cuando un sujeto fue acribillado afuera de su domicilio ubicado sobre la calle Tierra y Libertad. Según su esposa, el infortunado hombre trabajaba en una cantina ubicada sobre la Avenida 16 de Septiembre en el centro de Matías Romero.
El occiso llegó en su motocicleta y desde un coche -que ya lo esperaba- le dispararon una ráfaga de plomo, el hombre cayó sin vida en la banqueta.
La señora Abiel M.A. dijo que el hoy occiso es su esposo Gilberto O.A. de 27 años de edad, quien era encargado de la cantina “Bambi”. Pero el dueño de este establecimiento negó que trabajara para él.
La policía reportó que encontró al menos 13 casquillos de bala percutidos y la motocicleta del hoy extinto tirada no muy lejos.
